Hace tan sólo unas pocas semanas hablábamos en este mismo
blog del “Sueño arquitectónico para una exaltación nacional”, un monumento con
una pirámide incluida que se quería construir en el lugar en que se ubicó
posteriormente el Estadio de Vallehermoso. Sin embargo, no se trataba del
primer proyecto para una pirámide que se pensó para Madrid.
Carlos IV y Fernando VII, ambos pintados por Goya |
En 1807 se firma el Tratado de Fontainebleau,
en el cual España permite a las tropas francesas de Napoleón el paso por
territorio nacional para conquistar Portugal, que era a su vez aliado de
Inglaterra. Pero Napoleón lo que buscaba en realidad era una conquista de la
península.
En marzo de 1808 se produce el Motín de Aranjuez,
tras el cual el rey Carlos IV se ve obligado a abdicar en su
hijo, el que será Fernando VII. El nuevo rey no ve reconocido su poder
por Napoleón, personaje clave del momento, con lo cual acaba viajando a Bayona
para reunirse con él y que le reconozca como nuevo rey de España. Carlos IV,
por su parte, también necesita de Napoleón, teóricamente del bando amigo, para
ver restituido su poder arrebatado.
“La lucha con los mamelucos”, Goya |
El 2 de mayo de 1808, cuando ya por toda la península
la presencia francesa era muy fuerte, unos soldados galos se llevan del Palacio
Real de Madrid al infante Francisco de Paula, último de los miembros de la
corte española que se encontraba en la capital. Al grito de “¡Que nos los
llevan!” una muchedumbre asalta el Palacio, comprendiendo que
Francia estaba conquistando a España.
Toda la ciudad se levanta en armas y lucha mano a
mano con las tropas francesas. La Puerta del Sol se convierte en un
escenario sangriento donde los soldados mamelucos, a las órdenes del
poder francés, cargan contra los madrileños que tratan a duras penas de pelear
contra ellos, como recoge el gran pintor Francisco de Goya en su obra
“El 2 de mayo de 1808 en Madrid”, también conocido como “La lucha con los
mamelucos”.
La Plaza de la Villa, el Pretil de los Consejos, la Cava de
San Miguel... todo Madrid se subleva contra los franceses, mientras los
militares españoles, siguiendo órdenes, se mantienen acuartelados y sin
intervenir. Sólo los soldados del Parque de Artillería de Monteleón se
unen al levantamiento. Los capitanes Luis Daoiz y Torres y Pedro Velarde
Santillán se convierten en héroes al morir luchando contra las tropas
enviadas por Murat.
Otros personajes como el militar Jacinto Ruiz, la
bordadora Manuela Malasaña, e incluso Clara del Rey son otros
madrileños que pasaron a la historia de la ciudad como héroes del Dos de
Mayo.
“Los fusilamientos”, Goya |
Cuando la insurrección se apaciguó, la represión fue
cruel: 32 personas fueron fusiladas en el Salón del Prado, y otras 11 en
la Puerta de Alcalá, plaza de Cibeles, Paseo de Recoletos, y junto a la Iglesia
del Buen Suceso.
El 3 de mayo otras 24 personas fueron fusiladas en la
montaña del Príncipe Pío (escena que también inmortalizó Francisco de
Goya en “El 3 de mayo en Madrid” o “Los fusilamientos”), y 12 más en los
jardines del Palacio del Buen Retiro.
Cientos de personas murieron durante esos dos días, en lo
que se considera el comienzo de la Guerra de Independencia Española. Y
es que ese mismo 2 de mayo, en vista de todo lo acaecido, los alcaldes de la Villa
de Móstoles Andrés Torrejón y Simón Hernández firmaron un bando en
que se animaba a los españoles a luchar contra el ejército invasor, bando que
consiguió que España no permitiera la anexión pacífica soñada por Napoleón.
El 5 de mayo se producen las abdicaciones de Bayona,
por las cuales tanto Carlos IV como Fernando VII, retenidos en Bayona, son
obligados a renunciar a su derecho al trono español, y Napoleón nombra a
su hermano José Bonaparte rey de España como José I, reinado que
dura hasta 1813. En 1814 finaliza la Guerra de la Independencia con la victoria
de los españoles y el retorno de Fernando VII.
Pasado el tiempo, en 1821, se decide construir un monumento
en la ciudad dedicado a las víctimas del Dos de Mayo.
Alzado principal de la pirámide a las víctimas del 2 de Mayo www.catalogomuseo.flg.es |
Isidro González Velázquez (1765-1840), arquitecto que
había estudiado en la Academia de San Fernando, es uno de los personajes más
relevantes para la historia de Madrid. No en vano, participó en proyectos de
tal envergadura como el Real Canal del Manzanares, del que hablamos en un post
pasado, o la Casa del Labrador de Aranjuez.
Cabe destacar que fue discípulo de Juan de Villanueva.
Es a González Velázquez a quien se encarga la tarea de diseñar un monumento
que sirva de homenaje a los muertos en las sublevaciones, y el lugar escogido
para su ubicación es el que se denominó como Campo de la Lealtad, junto
al Salón del Prado, donde habían sido fusilados algunos de los
madrileños amotinados.
Perfil de la pirámide a las víctimas del 2 de Mayo www.catalogomuseo.flg.es |
El arquitecto propone un edificio conmemorativo en
forma de pirámide con una portada de acceso. La misma, flanqueada por dos columnas, estaría coronada por un conjunto escultórico.
También habría capillas en cada lateral de estilo neoclásico.
El monumento en su totalidad estaría
adornado con estatuas varias, situándose entre ellas unas réplicas de los cañones que se usaron en el Cuartel de Monteleón.
En los diferentes extremos de la pirámide, cuatro obeliscos
cerrarían tan flamante conjunto.
El motivo no podía ser más adecuado, ya que se trataba de
evocar un monumento funerario. Y es que en su interior se colocarían las
cenizas de algunos de los madrileños caídos el 2 de mayo. Por tanto,
nada mejor que una pirámide que, a modo de sepulcro, acogiera los restos de estos
héroes madrileños.
Monumento a los Caídos por España |
Finalmente el arquitecto no presentó éste, sino otro
proyecto en el que desaparece la pirámide, y el protagonismo se lo da a un obelisco,
que se dividiría en tres cuerpos, presidiendo el inferior unas urnas
sepulcrales, en las cuales se guardarían las cenizas anteriormente
mencionadas, entre las que se encuentran las de Daoiz y Velarde.
El 2 de mayo de 1840 se inauguró finalmente este obelisco,
que hoy en día se puede contemplar junto al Paseo del Prado, en la plaza de
la Lealtad.
En 1985, el rey Juan Carlos I reinauguró el
monumento tras una restauración, en la cual se pasa a denominar “Monumento a
los Caídos por España”, convirtiéndose así en una tumba al soldado
desconocido. Además, se incorporó una llama de gas que no se apaga nunca,
recordando que estas almas siempre están presentes en el espíritu de la ciudad.
¿Conocías el proyecto de la pirámide? ¿Te resulta más
atractivo que el obelisco construido finalmente?
*Fuente: "Catálogo de dibujos y proyectos de Isidro Velázquez". Isidro Velázquez 1765 - 1840. Arquitecto del Madrid Fernandino. Madrid: Ayuntamiento de Madrid, 2009.
Te he encontrado de casualidad y tienes un blog muy bueno. He sacado muchas cosas que no sabía para mi carrera de historia del arte que estoy haciendo. Sigue así ;)
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