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miércoles, 15 de febrero de 2017

Un rascacielos en el Palacio de Congresos

Hace muy pocos años, Madrid estuvo a punto de contar con un nuevo rascacielos en el Paseo de la Castellana, concretamente en el Palacio de Congresos, frente al estadio Santiago Bernabéu. ¿Te animas a descubrir esta historia?

Fue en los años 60 del siglo XX cuando se decidió construir en el número 99 del Paseo de la Castellana un Palacio de Congresos y Exposiciones que pudiera convertirse en uno de los auditorios más importantes de España. En 1964, el Ministerio de Información y Turismo convocó un concurso arquitectónico, y el proyecto ganador fue finalizado en 1970 por el arquitecto Pablo Pintado y Riba.

Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid
Su principal sala, el Auditorio, cuenta, desde entonces, con un patio de butacas para 995 personas y un anfiteatro para 914. Sin embargo, son muchas las que conforman este Palacio de Congresos: la Sala Unesco, con capacidad para 400 personas, las Salas Goya, 2, 7, 8 y Privados, para 200 personas, las Salas Europa, Anticcis y VIP’s, para 150 personas, la Sala 9, para 100 personas, la Sala 9 bis, para 70 personas, y seis despachos con once salas para 30 personas. Todo ello en una zona privilegiada de Madrid, el Paseo de la Castellana, y frente al estadio del Real Madrid.

Sin embargo, lo más característico de este particular edificio se sitúa en el exterior, ya que en la fachada de la avenida del General Perón se encuentra un gran mural de azulejería que, siendo obra del ceramista Llorens Artigas, sigue un diseño original de Joan Miró. El mismo fue colocado en 1980.

Precisamente en esos años, se construían frente a este Palacio de Congresos numerosos rascacielos pertenecientes a la zona financiera AZCA (Asociación Mixta de Compensación de la Manzana A de la Zona Comercial de la Avenida del Generalísimo – actual Paseo de la Castellana). De hecho, en 1985 fue inaugurada la Torre Europa, situada frente a este edificio.

Pasarela del Palacio de Congresos al estadio Santiago Bernabéu durante
la Copa Mundial de Fútbol de 1982. abc.es
Son muchos los eventos que han tenido lugar en este espacio, destacando la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en Europa organizada por la OSCE entre 1981 y 1983, y la utilización del Palacio como Centro de Prensa durante la Copa Mundial de Fútbol de 1982. Durante este importante acontecimiento deportivo, se instaló una pasarela que conectaba el estadio Santiago Bernabéu con el Palacio de Congresos. Sin embargo, la misma fue desmantelada tras el Mundial, y trasladada al barrio de Moratalaz para convertirse en puente sobre la M-30.

En 1995, el edificio sufrió un incendio, al parecer provocado. Un tercio del recinto se quemó, y esa parte quedó en desuso. En 2001, el Ayuntamiento de Madrid aprobó la ampliación de la superficie máxima del Palacio de 39.812 metros cuadrados a 47.759, y se otorgó la condición de máxima edificabilidad, todo ello para así poder no solo restaurar las zonas dañadas por el fuego, sino también poder construir unas oficinas a las que se trasladarían unos 300 funcionarios. Pero las obras nunca se llevaron a cabo.

De hecho, esta primera etapa del Palacio de Congresos no tuvo un final feliz. Y es que, el 21 de diciembre de 2012, el Ministerio de Industria decidió clausurar el edificio. Esto se debió a que unas pocas semanas antes, había sucedido la tragedia del pabellón municipal Madrid Arena, en el que murieron 5 chicas durante una fiesta por fallos de seguridad. Entonces se revisaron todos los edificios públicos de la ciudad, y se detectaron algunas carencias en este Palacio de Congresos. Estos problemas se solventarían con una reforma que se tasó en 80 millones de euros, dinero del que no se disponía, y que convirtió ese cierre temporal en cierre permanente.
Lamentablemente, así es. Desde aquel día, el Palacio de Congresos de Madrid ha estado cerrado, esperando una solución para poder realizar las reformas pertinentes.

Palacio de Congresos. En el centro de la imagen, lugar donde se
construiría el nuevo rascacielos. gomadrid
En 2015, esa solución parecía haberse encontrado. Fue en febrero de ese año cuando el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que gestiona la instalación a través de Turespaña, el Instituto de Turismo de España, anunció la edificación de un rascacielos en uno de los laterales del Palacio de Congresos, en la zona más cercana al estadio Santiago Bernabéu y al Paseo de la Castellana.

La condición de máxima edificabilidad otorgada en 2001 iba a ser aprovechada por Turespaña para plantear la construcción de un rascacielos de 23 plantas que albergaría un hotel de cinco estrellas y numerosos comercios. La inversión requerida, así como la gestión del inmueble, las llevaría a cabo una empresa privada, y con las ganancias, el Ministerio podría llevar a cabo las reformas necesarias en el Palacio de Congresos.

El nuevo rascacielos fue, como es de suponer, la noticia del momento.

Proyecto del rascacielos del Palacio de Congresos. ccaa.elpais.com
Las obras conjuntas de rehabilitación del Palacio y de construcción del nuevo rascacielos se cifraron en 90 millones de euros. Sin embargo, se consideraba que la empresa adjudicataria de la explotación del nuevo inmueble ingresaría unos 30 millones el primer año, ascendiendo poco a poco hasta los 66 millones que ingresaría 40 años después de la construcción, el último de la concesión.

El antiguo auditorio solo tenía dos partes protegidas: el mural diseñado por Joan Miró y, en un grado menor, el vestíbulo de entrada. Por ello, ambas partes se conservarían, y, de hecho, se invertirían 450.000 euros en la restauración del mural.

La información del proyecto del rascacielos de 23 plantas se iba haciendo pública en 2015: el hotel de lujo contaría con 180 habitaciones dobles, 36 suites, un gimnasio, una piscina y diversos restaurantes, además de rodearse de los comercios ya comentados en el proyecto original.
Por su parte, el Palacio de Congresos, tras su rehabilitación, contaría con un auditorio para 1.000 personas, cuatro salas de banquetes, 14 salas con capacidad adaptable, cinco salas de conferencias para 250 personas cada una, y una gran sala de exposiciones para 600 personas.

Proyecto del rascacielos del Palacio de Congresos. urbanity.cc
El nuevo edificio se construiría en dos fases, cada unan de 24 meses, con lo que en 4 años, Madrid contaría con su nuevo rascacielos.

En 2016 el edificio seguía cerrado, tan solo siendo utilizado su aparcamiento subterráneo, pero Turespaña ya se encontraba en plena redacción del pliego de condiciones para sacar a concurso la gestión del inmueble.
Sorprendentemente, una de las empresas más interesadas en la explotación de este inmueble era Stage, una gran multinacional de musicales, ya que estaban interesados en el uso de este recinto como teatro de musicales, puesto que, según ellos, sería el espacio ideal para representaciones de este género, y con una mayor capacidad que el Teatro Lope de Vega de la Gran Vía, donde actualmente se realizan las producciones más ambiciosas de la capital.

Fue en octubre de 2016 cuando todos estos sueños se vieron truncados. La comunidad de vecinos que se sitúa tras el Palacio, había hecho tramitar un recurso en el que se quejaban de varios asuntos, como la reducción de horas de sol en su inmueble tras la construcción del rascacielos, y también argumentaban que no se podría comprender esta remodelación teniendo en cuenta el nivel de protección del Palacio de Congresos.

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid, tumbó todos los argumentos de la comunidad de vecinos, excepto uno, el de protección del Palacio. Se consideraba, según este fallo, que, a pesar de que existiera un informe favorable de la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico de Madrid, el nivel de protección del edificio no permitía realizar las reformas planteadas, y se frustraba de esta manera la solución a la que había llegado Turespaña.

Con lo cual, a finales de 2016, el proyecto, completamente anulado, complicaba la situación a este espacio, que seguía cerrado y sin encontrar posibles usos futuros.

En enero de 2017 se proponía una nueva solución que explicamos a continuación.

Actual sede de la OMT en la calle Capitán Haya
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la mayor organización internacional existente, tiene repartidas sedes de sus diferentes organismos en varios países. En España, tenemos el privilegio de contar con una de estas sedes, la de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que, creada en 1975, tiene como propósito promover el turismo. Cuenta con 156 estados miembro, y su sede se localiza en la madrileña calle Capitán Haya, también en las inmediaciones del Paseo de la Castellana.
A pesar de su importancia, es cierto que la estética de su edificio ha quedado desfasada para una institución de esta relevancia.

Por ello, hace tan solo unas semanas, el Ayuntamiento de Madrid desveló que se están llevando a cabo negociaciones con la OMT para trasladar su sede al que fue durante tantos años Palacio de Congresos. Según parece, el acuerdo se encuentra bastante avanzado, y la OMT colaboraría en la rehabilitación de este espacio.
Logotipo de la OMT

Por tanto, es posible que, aunque no podamos ver un rascacielos en este lugar, sí tengamos en unos años una sede de la Organización Mundial del Turismo acorde con su estatus y en un lugar privilegiado de la capital.

Y tú, ¿habrías preferido un rascacielos en este punto del Paseo de la Castellana?

miércoles, 17 de febrero de 2016

Las Torres KIO de Ábalos y Herreros

Las Torres KIO son, posiblemente, los rascacielos más reconocibles de todo Madrid. Ahora es imposible imaginar el perfil de nuestra ciudad sin estas dos torres inclinadas, pero en un principio su fisionomía iba a ser considerablemente diferente.

Grabado del siglo XIX del monumento que sustituyó en 1838 
a la fuente original de la Castellana. Hoy el monumento se 
puede ver en el Parque de la Arganzuela, en Madrid Río. 
pasionpormadrid.blogspot.com.es
El Paseo de la Castellana es esa gran avenida que recorre la capital de norte a sur. Su origen se remonta a los siglos XVII y XVIII con el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos. Su prolongación hacia el norte, lo que hoy sería el comienzo del Paseo de la Castellana, vio la luz en 1834, con la denominación de Paseo de las Delicias de la Princesa, en honor a la futura reina Isabel II. Su trazado se correspondía al del antiguo cauce fluvial del arroyo de la Fuente Castellana, la cual manaba muy próxima a la actual plaza del Doctor Marañón.

En 1846 se pensó en la remodelación de este paseo, pero fue en 1857 cuando el Plan Castro, elaborado por el arquitecto, ingeniero y urbanista Carlos María de Castro (1810-1893), convirtió el eje Prado-Recoletos-Castellana en la principal avenida de la ciudad que vinculaba el norte con el sur.

Poco a poco la nobleza madrileña se fue asentando en palacetes en esta importante vía, algunos de los cuales aún sobreviven.
Ya en 1916, el arquitecto Núñez Granés (1859-1944) proyectó una ampliación de la Castellana hacia el norte en línea recta con cuatro plazas, comenzando por la plaza de Alfonso XIII (ver “El monumento a Alfonso XIII”).

Paseo de la Castellana en los años 50 del siglo XX.
En la parte inferior derecha se aprecia el Nuevo Estadio
Chamartín, hoy Santiago Bernabéu, y al final de la avenida
se intuye el depósito del Canal de Isabel II aún existente
en la Plaza de Castilla
En 1926 se aprobó una nueva prolongación de la avenida, basándose en el proyecto de Núñez Granés, finalmente con seis plazas y con una longitud total de más de 5 kilómetros, hasta el lugar donde estaba el Hipódromo de la Castellana, junto a la actual calle Raimundo Fernández Villaverde (Nuevos Ministerios).

Tras la Guerra Civil, en 1941 se plantea remodelar la avenida por encontrarse en muy mal estado. Se elabora así el Plan Bidagor (1941-1946), que vuelve a prolongar la vía.

Desde entonces no han dejado de construirse modernos rascacielos en esta zona, considerada como el área financiera de Madrid, especialmente en los complejos de AZCA y del CTBA.

En el post de hoy nos detenemos en el año 1986, cuando se planteó la creación de dos rascacielos en una de las plazas más septentrionales de la Castellana, la Plaza de Castilla.

Proyecto ganador para la Plaza de Castilla,
elaborado por Ábalos & Herreros.
marginalidadvertical.tumblr.com
Para ello se convocó un concurso en el que se requería el diseño de dos grandes edificios sobre dos pequeños solares simétricos que acogieran 120.000 metros cuadrados de actividades públicas y privadas.

Uno de los puntos que se mencionaba como imprescindible era el de la creación de parkings bajo estas dos moles, ya que habría que resolver de una manera eficaz el problema que se plantearía con respecto al tráfico.
Todo ello quedaría enmarcado en un conjunto que completaría al ya existente Monumento a Calvo Sotelo, en la misma plaza.

Fueron Iñaki Ábalos y Juan Herreros, asociados bajo la firma Ábalos & Herreros (1985-2008), los arquitectos que ganaron el mencionado concurso. 
Proyecto ganador para la Plaza de Castilla, 
elaborado por Ábalos & Herreros.
marginalidadvertical.tumblr.com
Lo que presentaron fue un conjunto de dos edificios simétricos que, según los propios artistas, desarrollaban tres proposiciones: la densidad como una oferta positiva, la estratificación como una alternativa a la segregación, y el rascacielos mixed-use como expresión política de la cultura contemporánea.

Como se ve en las imágenes, se planteaba una zona baja techada abierta al público, sobre la cual se ubicaría la base del edificio, que tendría diversos usos, y en un extremo de la misma se levantaría la parte de rascacielos, la cual estaría ocupada exclusivamente por oficinas.

Lo curioso del caso es que la construcción comenzó en el año 1989… pero no la del proyecto ganador. Se llevó a cabo la edificación de dos torres completamente diferentes, diseñadas por los arquitectos estadounidenses Philip Johnson y John Burgee, que parece que llamaron más la atención por su estética.
Proyecto ganador para la Plaza de Castilla, 
elaborado por Ábalos & Herreros.
marginalidadvertical.tumblr.com
Y no es para menos: se trataba de la construcción de los primeros rascacielos inclinados del mundo,  con una inclinación de 15º respecto a la vertical, y con 26 plantas y 114 metros de altura, rematada cada torre por un helipuerto.

Ábalos y Herreros, a pesar de haber ganado aquel concurso, vieron cómo en ese mismo lugar se levantaba un conjunto denominado Puerta de Europa. Sin embargo se quedó con el nombre de Torres KIO al estar promovidas por la empresa kuwaití KIO, Kuwait Investments Office, complejo que desde su finalización en 1996 se convirtió en un nuevo icono para Madrid.

Torres KÍO en plena construcción en los años 90 del siglo XX
La torre de la izquierda en dirección salida de Madrid es propiedad de Bankia, y se conoce como Puerta de Europa I, con un helipuerto pintado en color azul, para diferenciarlo de la torre gemela Puerta de Europa II, propiedad del grupo inmobiliario Realia, con un helipuerto pintado en rojo.

En el siglo XXI siguieron los cambios en la plaza, especialmente con la construcción del Obelisco de Calatrava, y con el perfil de las vecinas Cuatro Torres, que modifican sustancialmente la vista de las Torres KIO desde el monumento a Calvo Sotelo.

Sin duda, la elección de unas torres inclinadas para Madrid fue una decisión innovadora que hizo que esa plaza se convirtiera en una parada obligada en cualquier visita a la capital. Sin embargo, ¿crees que habría sido más acertada la edificación del proyecto ganador para la Plaza de Castilla?

miércoles, 15 de julio de 2015

Eurovegas

Mucho, demasiado quizás, hemos oído hablar de Eurovegas, especialmente hace unos pocos años, cuando parecía que el futuro del turismo de nuestro país pasaba por este macrocomplejo, pero… ¿qué era exactamente Eurovegas?

1. Imagen del multimillonario Sheldon Adelson
Empecemos por el principio. Sheldon Adelson (imagen 1), un empresario multimillonario de Estados Unidos, es presidente y director ejecutivo de Las Vegas Sands Corporation.
Esta compañía de complejos turísticos y casinos, no sólo es propietaria de algunos de los establecimientos más representativos de Las Vegas (el Venetian Resort Hotel Casino - imagen 2 - , el Palazzo Resort Hotel Casino, y el Centro de Convenciones Sands Expo), sino que, a comienzos del siglo XXI, se expandió por el resto del mundo.

En primer lugar, en 2004, desembarcó en Macao, China, con el Casino Sands Macao y, posteriormente, con el Venetian Macao Resort Hotel en el mismo lugar.
En 2006, consiguieron también la licencia para construir el Marina Bay Sands, un casino resort, en Singapur.

Sheldon Adelson, ya convertido en el sexto hombre más rico del mundo, decidió dar un paso más. Ya tenía “colonias” en América y Asia. Su siguiente movimiento sería clave: Europa.

2. Venetian Resort Hotel Casino de Las Vegas
Para ello, le pareció que el lugar más adecuado para la situación de un macrocomplejo del mismo estilo que los otros, sería uno de los países más competitivos en el mundo en el sector turístico: España.

En agosto de 2012, Las Vegas Sands registró en la Unión Europea el nombre “Europa Vegas” para el futuro proyecto. La cuestión era… ¿exactamente dónde se situaría?

En junio de 2012, el propio Sheldon Adelson recorrió algunos lugares en los que pretendía llevar a cabo tan ambicioso plan. Sólo había dos comunidades que interesaban al magnate: Cataluña y Madrid. Los presidentes de ambas comunidades lanzaron pronto las campanas al vuelo, y seguro que much@s aún recordáis la “batalla” que se libró durante ese verano por este motivo.

En septiembre de ese mismo año, el propio multimillonario descartó Cataluña, con lo que las ciudades que podrían acoger este proyecto eran ya muy pocas. Por una parte, la propia capital, Madrid, con un terreno en Valdecarros. Por otra parte, un gran solar entre Torrejón de Ardoz y Paracuellos del Jarama. Y por último, el municipio de Alcorcón.

Estas ciudades se disputaban Europa VegasEurovegas Madrid, o más comúnmente conocido, Eurovegas. Pero, ¿en qué consistía este ambicioso plan?

3. Proyecto de circo estable de Eurovegas
No sólo se trataba de construir un casino al uso, con sus máquinas tragaperras, sus ruletas y sus mesas de juego. El proyecto era construir una auténtica ciudad del juego, y que Madrid no sólo fuera conocida por su turismo cultural, de compras, deportivo… sino que el turismo de casino jugara una importante baza en la economía de la Comunidad.

Se trataría de un verdadero parque temático del juego. Se construirían doce hotelestres campos de golf y de tenis, un circo estable (imagen 3), un pabellón arena para 20.000 personas, centros comerciales, outlets, balnearios, teatros y anfiteatros, centros de convenciones y reuniones, un enorme jardín botánico, restaurantes, centros de ocio… y por supuesto, seis casinos, que serían el motivo principal de la estancia.

El macrocomplejo estaría presidido por un rascacielos en forma de “M” (imagen 4), que, con 72 plantas, recibiría a los posibles turistas. El mismo, acogería un casino, un hotel de 3.000 habitaciones, y zonas de compra, ocio y hostelería.

Por último, se planeó también la reproducción de la plaza Times Square de Nueva York (imagen 5).

Un total de 750 hectáreas, que comenzarían a edificarse entre 2013 y 2014, aunque ya en 2016 se podría inaugurar la primera fase con cuatro resorts que sumarían 12.000 plazas hoteleras.

4. Proyecto de rascacielos con forma de "M" en Eurovegas
En 2022, todo estaría listo, aunque la inauguración oficial sería entre 2025 y 2026.

El 8 de febrero de 2013 se presentó todo el proyecto en la Real Casa de Correos de Madrid, en la Puerta del Sol, y se anunció la tan esperada localización final del mismo. La que se llevó el gato al agua fue la ciudad de… ¡Alcorcón!

Sin embargo, y a pesar de 6 años de negociaciones, los problemas no habían hecho más que empezar.

En primer lugar, se comenzó a dudar de las cifras ofrecidas por Adelson (como los 260.000 puestos de empleo ofrecidos, o la inversión de 25.000 millones de euros), y acerca de la conveniencia o no de basar el crecimiento del país, de nuevo, en la especulación, culpable en parte de la crisis que aún seguimos sufriendo.

En segundo lugar, ciudadanos de Alcorcón y de otros municipios de la Comunidad de Madrid crearon la plataforma “Eurovegas no”. Consideraban que este proyecto podría convertir Eurovegas en un paraíso fiscal, surgiría un núcleo de prostitución, y se incrementarían los problemas de ludopatía. Llegaron a comparar la visita de Adelson a España con la célebre y recomendable película “Bienvenido, Mister Marshall”, de Luis García Berlanga.

5. Proyecto de reproducción de Times Square en Eurovegas
Y en último lugar, el propio Adelson exigió la modificación de algunas leyes, como la Ley antitabaco, para favorecer la elección del destino Eurovegas por parte de los turistas. Algunas de las leyes que pretendía modificar, rompían con las reglas establecidas en la Unión Europea, con lo que en países vecinos comenzó a verse con malos ojos esta iniciativa.

El Gobierno no aceptó algunas de las propuestas exigidas por el famoso empresario, con lo que en diciembre de 2013, Las Vegas Sands confirmó la renuncia al macrocomplejo, y, tal y como ocurrió en el mencionado largometraje, el multimillonario pasó de largo de esta manera por nuestro país.

¿Error? ¿Acierto? ¿Quién lo sabe?

Lo cierto es que Adelson no ha sido el único en poner sus ojos en los terrenos alcorconeros. Actualmente existe otro proyecto, en este caso de un magnate chino,  Wang Jianlin.

El mismo, que adquirió recientemente el Edificio España de la Plaza de España al Banco Santander por 265 millones de euros, y que se ha hecho con el 20% de las acciones del Atlético de Madrid por 45 millones de euros, planeó invertir 6.000 millones de euros a través de su empresa Wanda en los terrenos fallidos de Eurovegas.

Sin embargo, parece que su interés ha cambiado hacia un lugar situado en las cercanías, pero un poco más próximo al centro de Madrid. Se trataría de los solares en los que se encontraban los cuarteles militares de Campamento, donde, en enero de 2015, el millonario chino prometió invertir 3.000 millones.

En cambio, ya no sería para la construcción de casinos, sino de hotelesviviendas, y un gran complejo de centros comerciales.

Por el momento, este plan no forma parte de “El Madrid que no fue”, pero… ¿quién sabe si dentro de unas semanas no estaremos hablando en este blog de este nuevo proyecto?

miércoles, 18 de marzo de 2015

Los proyectos del nuevo Windsor

Hace tan sólo unos días se cumplió el décimo aniversario del incendio de la Torre Windsor (sí, ya diez años), por lo que el post de hoy está dedicado a los proyectos que no se realizaron para este rascacielos.

Imagen 1. Proyectos para el nuevo Windsor
(Autores de los proyectos al final del post)
El Windsor se construyó entre 1975 y 1979 en el complejo AZCA (Asociación Mixta de Compensación de la Manzana A de la Zona Comercial del Paseo de la Castellana), concretamente junto a la intersección entre la calle Raimundo Fernández Villaverde y el Paseo de la Castellana, junto a los Nuevos Ministerios.
Con sus 106 metros de altura no era el rascacielos más alto de AZCA, y seguramente tampoco fuera el más llamativo. Sin embargo, pasó a ser más que conocido en todo el país en 2005. 

Y es que el inmueble que albergaba la sede central de la auditora Deloitte en España además de algunos departamentos del despacho de abogados Garrigues, sufrió un aparatoso incendio durante la madrugada del 12 al 13 de febrero de 2005.

Las extrañas circunstancias que rodearon al suceso no impidieron que en agosto del mismo año se finalizaran los trabajos de desmontaje de los restos del edificio.

Imagen 2. Proyectos para el nuevo Windsor
(Autores de los proyectos al final del post)
El solar fue adquirido por "El Corte Inglés" poco después con el objetivo de incorporar la nueva obra que se construyera al centro comercial colindante ya existente, también de su propiedad.

Seis meses después del incendio, en julio de 2005, y cuando el antiguo Windsor estaba acabando de ser desmontado, se celebró en Madrid el seminario internacional de arquitectura “Siete ideas de belleza, siete técnicas proyectuales”. El mismo, organizado por el Ministerio de la Vivienda, trataba de motivar a los participantes a descubrir los parámetros estéticos que regulan la belleza en el siglo XXI.

Durante todo el mes, la arquería de los Nuevos Ministerios acogió este seminario, que consistía en la presentación de proyectos realizados para la construcción del nuevo Windsor. El requisito para poder participar era ser licenciado en arquitectura, o estar cursando alguno de los dos últimos cursos de la carrera. Fueron un total de 52 arquitectos de diversos países los participantes, que presentaron un total de poco más de una decena de proyectos para el solar del Paseo de la Castellana.
Imagen 3. Proyectos para el nuevo Windsor
(Autores de los proyectos al final del post)

Las propuestas eran muy variadas (un almacén de agua, una torre de aire, otra con plantas flotantes, e incluso un observatorio), pero si algo destacaba en todas ellas era el carácter futurista que habían otorgado los arquitectos a sus presentaciones.

Los mismos fueron animados a presentarse al concurso final. Sin embargo, en julio de 2007 se aprobó la construcción del nuevo rascacielos, el cual no estaba entre los mencionados anteriormente.

El edificio definitivo fue finalizado en 2013. Sus 104 metros de altura acogen parte de los grandes almacenes de “El Corte Inglés”, haciendo que sea actualmente el centro comercial más grande de España y el decimotercer edificio más alto de la ciudad de Madrid.

Así el viejo Windsor pasó a convertirse en la Torre Titania, y aunque los proyectos de los jóvenes arquitectos no pudieran verse realizados, al menos sí lograron el honor de sumarse a la cada vez más larga lista de “El Madrid que no fue”.
A la Torre Titania, por su parte, le deseamos una existencia más feliz que la que tuvo su predecesor.

Torre Titania.
Proyecto final
Imágenes de "El Mundo", M. del Viscio (de izquierda a derecha y de arriba abajo):

Imagen 1. 
1 y 2. Antonio Jurado, Cristina Pérez, Juan Valle y Felipe Guerrero.
3. Ángela Ruiz, Andrea Casetto, Oihana Elberin y Ándres Iván Mauta
4. Antonio Jurado, Cristina Pérez, Juan Valle y Felipe Guerrero

Imagen 2. 
1. Carlos Bayod, Adria Carbonell y Concepción Gutiérrez
2. David Hernández, Pierre Larauza y Sarah Haubner
3. Ángela Ruiz, Andrea Casetto, Oihana Elberin y Ándres Iván Mauta.
4. Borja Arostegui, Koldo Fernández y Maria Isabel Gabarro

Imagen 3.
1. Federica Sandretti, Marta Alonso y Marion Michaut
2. Ricardo Supiciche, Imanoz Calderón y Silvia Alonso
3. Sofie Troch, Max Trullas y Martha Sanchez
4. Javier Burón, Helder Costa Pereira y Monica Sedano

miércoles, 14 de enero de 2015

La torre de telecomunicaciones de Calatrava

Febrero de 1981. España, y más concretamente Madrid, comienzan a prepararse para la Copa Mundial de Fútbol de 1982, que se celebrará en varias ciudades del país. Radio Televisión Española (RTVE) decide que es el momento adecuado y necesario para comenzar a construir una torre de telecomunicaciones en el centro de la península para ampliar la cobertura de la retransmisión.

Skyline de Madrid con el "Pirulí" en primer plano.
Detrás se aprecian las Torres Blancas, el Hotel Puerta
de América, y CTBA (Cuatro Torres Business Area)
Es entonces cuando se comienza a construir Torrespaña, un complejo en el que se producen algunos de los programas de la cadena pública, y donde se encuentra el conocido como “Pirulí”, la torre de telecomunicaciones de la capital.

La misma, proyectada por el arquitecto Emilio Fernández Martínez de Velasco, se inaugura el 7 de junio de 1982, una semana antes del inicio del Mundial. La construcción marca un hito en la historia de este tipo de edificaciones por la celeridad con que se finalizan las obras y por las técnicas empleadas.


Iluminación especial por el 50
aniversario de RTVE
Octubre de 2006. RTVE cumple 50 años, y el “Pirulí” se viste para la ocasión con una iluminación especial que a nadie deja indiferente. Sin embargo, los directivos del ente consideran que la torre, que tan buen servicio ha hecho en los años pasados, ha quedado relativamente obsoleta, y que necesita no sólo un lavado de cara... se necesita una torre que la sustituya.

En marzo de 2007, la mayoría de los diarios nacionales dan por hecho que RTVE va a vender todos sus edificios en Madrid con el fin de trasladarse a una nueva sede emblemática, dejando así en el aire el futuro de la ya construida. En este “paquete”, además del complejo de Torrespaña, estarían incluidas las oficinas de Prado del Rey y los Estudios Buñuel, unificando así el ente público todas sus propiedades en el nuevo lugar.

El entonces presidente de RTVE, Luis Fernández, confirmó que se trasladarían a la nueva sede todos sus servicios: Televisión Española (TVE), Radio Nacional de España, el Consejo de Administración, Cibermedios, la Orquesta y Coro de RTVE y el propio Instituto del ente, todo ello con el fin de abaratar costes.

En el complejo se incluiría una nueva torre de telecomunicaciones, que sería emblemática y que estaría construida por algún arquitecto español “de prestigio”.

Fotomontaje de viendomadrid.com de la Torre CN
de Canadá junto al complejo CTBA
Se barajó el nombre del arquitecto Ricardo Bofill, aunque el que sonó con más fuerza fue el del valenciano Santiago Calatrava. Y es que se comenta que ya en 1998 el arquitecto había presentado en el Ayuntamiento de Madrid su proyecto para una nueva torre de más de 500 metros de altura que se situaría en una zona alta de la ciudad, seguramente refiriéndose a la ampliación del Paseo de la Castellana, en alguna zona cercana a la que hoy ocupa el CTBA (Cuatro Torres Business Area) (hay que recordar que el “Pirulí” mide 220 metros de altura incluida la antena, y actualmente el edificio más alto de Madrid es la Torre Cepsa, ,en el CTBA, con 250 metros, con lo que una nueva torre de no menos de 500 metros sería el cielo de la capital).

Los técnicos municipales recibieron a Calatrava para valorar su torre. La misma, a 200 metros de altura, acogería un centro de control y una discoteca. Además, según palabras del propio arquitecto, gracias a la elevada altura se podrían eliminar las antenas parabólicas y el impacto visual que causan.

Torre Nacional de Canadá, o Torre CN
El Ayuntamiento cedería los terrenos para la construcción, y se sacaría a concurso tanto la adjudicación de las obras como la explotación del complejo (no hay que olvidar que actualmente Torrespaña no pertenece a RTVE, y que tiene alquilado el espacio a la empresa Albertis).

Serían 18 meses de obras, y la nueva construcción costaría de 60 a 84 millones de euros, bastante más que los 22 millones de euros que costó la antigua sede.

Según Calatrava, el ejemplo a seguir sería el de la Torre Nacional de Canadá, o Torre CN, que con sus 553 metros no es sólo el símbolo de Toronto, sino también el del país. En la parte superior se encuentra un mirador desde el que admirar el skyline de la ciudad.

Sea como fuere, todo el proyecto de la nueva torre de Madrid cayó en el olvido, posiblemente por la crisis económica, y a día de hoy es muy difícil que pueda ver la luz. Sin embargo, siempre nos quedará la posibilidad de soñar con un nuevo "Pirulí" coronado por un mirador a 500 metros de altura que se convierta en el deseado símbolo indiscutible de nuestra ciudad.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

La Torre del Espectáculo

“Madrid necesita un mirador”. Bajo este sugestivo lema, el diario “El Alcázar” animaba a estudiantes y arquitectos en 1966 a presentar sus proyectos para la creación de un mirador en la capital, con la esperanza de que el mismo fuera tan llamativo que finalmente se aprobara su construcción.
El diario proponía los pinares de Rodajos, en la Casa de Campo, como el lugar idóneo por sus vistas al perfil de la urbe. 

Se convocaba, textualmente, debido a “la epidemia de torres y miradores en toda Europa”. Sin embargo, precisamente hasta el año siguiente, era un edificio madrileño, la Torre de Madrid, el más alto de toda Europa.

Casto Fernández-Shaw Iturralde
Fueron muchos los proyectos que llegaron a la redacción de “El Alcázar”. Sin embargo uno llamó especialmente la atención desde el principio.

Casto Fernández-Shaw Iturralde (1896-1978) fue un arquitecto  y urbanista madrileño, exponente de la corriente del racionalismo. Trabajó en el estudio de Antonio Palacios (de quien ya hablamos anteriormente en el post de su proyecto de la Puerta del Sol), y coincidió allí con Pedro Muguruza (que se encargó de las obras de la reconstrucción de la Ciudad Universitaria y del Valle de los Caídos).

Fernández-Shaw es ya en 1966 bien conocido en Madrid por haber construido edificios tales como la gasolinera de Petróleos Porto Pi (hoy restaurada pero aún existente en la calle de Alberto Aguilera), el edificio Coliseum de la Gran Vía, o el Mercado de San Fernando de la calle Embajadores.

Por eso es llamativa su participación en esta propuesta de “El Alcázar”, al que envía un insólito proyecto denominado "la Torre del Espectáculo".

Se trataría de una torre de 500 metros que casi cuadriplicaría la altura de la ya mencionada Torre de Madrid. La base tendría 330 metros de diámetro, y en la parte más elevada se hallaría un restaurante y, por supuesto, unas terrazas que harían que el sueño de ese mirador de la Casa de Campo se hiciera realidad.

Proyecto de la Torre del Espectáculo
Hasta un cierto nivel, se podría subir a la torre con el propio automóvil y realizar compras desde él. Pero no fue esto lo que entusiasmó a los técnicos de aquellos años.

Y es que lo sorprendente es que en la planta principal del edificio habría un campo de fútbol reglamentario, y sobre él más salas para otras competiciones deportivas, teniendo este "estadio" una capacidad para 45.000 personas.

Sobre el mismo habría un circo, cuyos espectáculos podrían disfrutar otras 15.000 personas. Además, un cine, una sala de conciertos e incluso una piscina. La capacidad total de la torre, incluyendo el resto de pisos, las terrazas y el restaurante, llegaría a las 100.000 personas.

Una oleada de críticas favorables a la construcción del edificio ocupó páginas y páginas de periódicos.


El ingeniero jefe de los servicios de radiodifusión y televisión del Ministerio de Información y Turismo dijo que la creación de la torre era muy urgente con la esperanza de que sirviera también como torre de comunicaciones, ya que Torrespaña (el Pirulí), no se inauguró hasta 1982.
El Presidente de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, a su vez, comentaba que habría que construirla cuanto antes para que el arquitecto no llevara su proyecto a otro lugar.

Proyecto de la Torre del Espectáculo
Fernández-Shaw aspiraba a que su torre se convirtiera en el centro de una exposición mundial de 20 países que en el año 1992 celebrarían el V centenario del descubrimiento de América, la cual finalmente se celebró en Sevilla.

A pesar de todas las opiniones a favor (y alguna en contra, como la del también arquitecto Miguel Fisac), la torre nunca llegó a construirse.

Por cuestiones del azar, es en 1992 cuando Madrid consigue su mirador a la ciudad, y no es por el V centenario del descubrimiento de América, sino porque ese año la Villa y Corte acoge el título de Capital de la Cultura Europea. Como conmemoración se erige la “Torre de Iluminación y Comunicaciones del Ayuntamiento de Madrid”, más conocida como el Faro de Moncloa (110 metros de altura).

Sin embargo, la maldición en cuanto a miradores continúa. Y es que, tras varios problemas y falta de conservación, fue cerrado en 2008 por incumplir la normativa de seguridad, y a noviembre de 2014 y tras una costosa, costosísima reforma, el Faro sigue cerrado a la espera de que alguien se interese en comprarlo para convertirlo en restaurante.

La pregunta es obligada... ¿es necesario un mirador como la Torre del Espectáculo en Madrid, o es más que suficiente con el Faro de Moncloa (una vez reabra sus puertas)?