Hoy, 24 de diciembre, no hay nuevo artículo en nuestro blog.
En su lugar aprovechamos para felicitaros las Fiestas con esta foto de la Plaza Mayor en 1956...
Porque el Madrid que no fue es sorprendente, pero el Madrid que fue es maravilloso.
¡Feliz Navidad!
miércoles, 24 de diciembre de 2014
miércoles, 17 de diciembre de 2014
El sueño de un Panteón de Hombres Ilustres
En España, al contrario de lo que ocurre en países como
Reino Unido, la gente no tiene la costumbre de visitar camposantos para conocer
una ciudad o, simplemente, para pasar una tarde soleada de domingo. Sin
embargo, en el siglo XIX se quiso a dotar a la capital con un lugar
digno de admiración en el que pudieran descansar los restos de los personajes
más ilustres.
1. Iglesia de San Francisco el Grande. Siglo XIX |
El 6 de noviembre de 1837 las Cortes Generales
aprobaron la conversión de la iglesia de San Francisco el Grande,
construida en la segunda mitad del siglo XVIII, en el primer Panteón de
Hombres Ilustres de España. En el mismo sólo podrían estar los cuerpos de
personajes relevantes para la historia del país.
En 1841, la Real Academia de la Historia propone la
primera lista, pero es en 1869 cuando se nombró una comisión para localizar los
restos.
El 20 de junio de 1869 se inaugura ese primer panteón
en un acto solemne: bandas de música, unidades del Ejército y de la
Guardia Civil, políticos, estudiantes... acompañan el desfile de cinco
kilómetros de carrozas fúnebres, con el sonido de fondo de cien
cañonazos, y encendiendo tres grandes lámparas al entrar los restos en
la iglesia.
Los cuerpos allí depositados fueron los de los escritores Francisco
de Quevedo y Pedro Calderón de la Barca, los poetas Garcilaso de
la Vega, Alonso de Ercilla y Juan de Mena, el humanista Ambrosio
de Morales, los arquitectos Ventura Rodríguez y Juan de Villanueva,
el político Zenón de Somodevilla y Bengoechea (Marqués de la Ensenada),
los militares Gonzalo Fernández de Córdoba y Federico Gravina, y
el Justicia Mayor de Aragón Juan de Lanuza.
A pesar de este importante paso, son muchos los personajes
que no pueden ser encontrados y el proyecto no toma las dimensiones deseadas.
En muchos casos no se encuentran los restos, o diferentes ayuntamientos no
permiten su traslado: Lope de Vega, Cervantes, Juan de Herrera, Antonio
Pérez, Claudio Coello, Tirso de Molina, Jorge Juan, El Cid, Don Pelayo, Goya,
Murillo, los condes de Campomanes y Floridablanca, Guzmán el Bueno, Jovellanos,
y un largo etcétera entran en esta lista.
Por este motivo, al pasar unos años se descarta la idea de
seguir buscando más cuerpos y se destierra la
de construir un Panteón Nacional, trasladando así los restos ubicados en
San Francisco el Grande a sus lugares de origen.
2. Proyecto original de Fernando Arbós y Tremandi |
Por otra parte, existía también en el siglo XIX una gran
iglesia y un convento de dominicos que, construidos en el siglo XVI sobre
una antigua ermita, estaban bajo la advocación de la Virgen de Atocha.
Ya Felipe II demostró su devoción al visitar el santuario antes y después de
cada batalla, y Felipe IV también, proclamando en 1643 a la de Atocha como
“Virgen protectora de la Familia Real y de la Monarquía Española”.
En 1808 se produce la invasión napoleónica, y
la iglesia se transforma en cuartel. Tras la Guerra de Independencia, los
dominicos vuelven al convento y, en 1863, la iglesia es ascendida a basílica.
Sin embargo el deterioro de la guerra es visible y no se consigue recuperar el
esplendor previo.
En 1888, la regente María Cristina, viuda de
Alfonso XII, al ver el estado de los edificios, ordena su derribo y la construcción
de un nuevo complejo, en el que se incluirá un nuevo proyecto del
anteriormente fracasado Panteón de Hombres Ilustres.
Este nuevo proyecto ilusiona a los que creyeron posible un
lugar en el que se rindiera homenaje a los más importantes personajes de la
historia del país. Esta vez, además, con el añadido de construir un edificio
desde cero para albergar semejante empresa.
3. Tumba de Prim en el Panteón antes de su traslado a Reus |
Por una parte, un campanil italiano con un reloj de
cuatro esferas y tres campanas destacaría en el conjunto. Por otra, el propio panteón,
a modo de claustro, daría cobijo a las tumbas de las importantes
personalidades. El mismo estaría inspirado en el camposanto del Campo dei
Miracoli, de Pisa.
El panteón sería de planta cuadrada, con dos cúpulas
semiesféricas en las esquinas y tres galerías con vidrieras y arcadas.
En 1891 comienzan las obras, pero en 1899,
cuando la basílica ni se había comenzado, los problemas económicos obligan a
suspender el plan. Sólo el panteón y el campanil habían llegado a ser
construidos. Además, se dio prioridad a las obras de la Cripta de la Almudena,
con lo que la continuación del proyecto quedó condenada al olvido.
4. Panteón e Iglesia de Atocha antes de la Guerra Civil |
En 1901, y finalizadas las obras del panteón, se
trasladaron allí los restos de Prim (ver foto 3), Castaños, Manuel Gutiérrez de la
Concha, Antonio Ríos Rosas y Palafox.
Después, se añadieron los de Antonio Cánovas del
Castillo, Juan Álvarez Mendizábal, Agustín Argüelles, Salustiano
Olózaga, Antonio José María Calatrava, Práxedes Mateo Sagasta,
Eduardo Dato, José Canalejas, Martínez de la Rosa y Muñoz Torrero.
En 1924 los dominicos reanudaron las obras de su
nueva iglesia, pero ya sin seguir los trazos de Arbós (Ver foto 4). Sin embargo, la actual
iglesia data de 1951, ya que la que había sido construida quedó
destruida en la Guerra Civil.
5. Panteón de Hombres Ilustres en la actualidad. Imágenes de ventanasalpensamiento.blogspot.com y Sara Fernández para "El Mundo", respectivamente |
En 1963 se decide construir en los terrenos libres que se
sitúan entre el Panteón y el campanil, el colegio Nuestra Señora de Atocha,
dirigido por dominicos.
Ya en los años ochenta, Patrimonio Nacional restaura
el Panteón, y en 2003 los mosaicos.
Sin duda una oportunidad perdida para poder crear un
conjunto en que se veneren los restos de los más destacados personajes ilustres
del país.
A pesar de todo ello, son varias las esculturas que se llegaron a
hacer para acoger estos cuerpos. Algunas son de artistas de la talla de Mariano
Benlliure o Pedro Estany, con lo cual desde aquí reivindicamos el
valor del Panteón de Hombres Ilustres actual, que seguramente no está
valorado como debería, y que a veces pasa desapercibido incluso para los
propios madrileños.
¿Te animas a visitarlo?
miércoles, 10 de diciembre de 2014
La Plaza Mayor más polémica
En el lugar que antes había ocupado la Plaza del Arrabal,
el arquitecto Juan Gómez de Mora crea entre 1617 y 1619 y por
encargo del monarca Felipe III la que hoy conocemos como Plaza Mayor.
Se trata de una plaza rectangular que va a convertirse en uno de los
símbolos indiscutibles de Madrid.
Plaza Mayor de Juan de la Corte, 1623. Detalle |
Por otra parte, la Casa de la Carnicería, que se
construyó tras el incendio de 1631, sirvió como depósito general de carnes para
abastecer a los mercados y tiendas de Madrid. Hasta hace pocos años fue la
Junta Municipal del Distrito de Centro.
Hoy en día, lo que encontramos es, en la Casa de la
Panadería, el Centro de Turismo de la Plaza Mayor, donde simpáticos
informadores reciben a los turistas que llegan a la ciudad. La Casa de la
Carnicería está siendo a su vez acondicionada para acoger un hotel en el
corazón mismo de la capital.
Plaza Mayor con la fisonomía actual. Foto de secretosdemadrid.es |
Actualmente todo el entorno se encuentra en un proceso de restauración
de cara a la próxima celebración del 400 aniversario de la Plaza
Mayor. Las obras se encuentran en su primera fase, la de conservación de
fachadas y cubiertas, a la que seguirán otras dos fases de iluminación
monumental y acondicionamiento del uso de las bóvedas de los soportales como
lienzos.
Este breve recorrido de la historia de la Plaza Mayor desde
su creación hasta su futuro más inmediato se salta un apartado no
menos importante: la Plaza Mayor que no fue.
Y es que es posible que aún más de uno recuerde la polémica
que surgió en el año 2009 a causa de una remodelación completa
que nunca vio la luz.
En ese año se propone el Plan de Mejora de la Calidad de
la Plaza Mayor, al que el equipo municipal de Gobierno iba a destinar 60.000
euros.
Fiesta real de toros en la Plaza Mayor. José Rubio de Villegas, 1846 Se puede apreciar el color original de las fachadas |
Pero... ¿en qué consistía exactamente la muy comentada
remodelación?
En primer lugar, se habló, y mucho, del “almagre”.
Se trata de un óxido de hierro que adquiere una tonalidad encarnada. Es el
pigmento para pintura de color rojizo que se aplicó en 1989 a las
fachadas de los edificios de la plaza y que le da el aspecto actual.
Postal de la Plaza Mayor en el siglo XX. Aún se aprecia el color amarillo de las fachadas |
Pero no era lo único que se proponía en la reforma. Si bien
el color era un punto polémico, no lo fue menos la eliminación de los tejados
de pizarra instalados en los años 60, y su sustitución por unos más
similares a los originales con teja árabe.
La plaza volvería, a grandes rasgos, a su aspecto
primitivo. Por ello la estatua de Felipe III también sería retirada y
trasladada a la Casa de Campo, donde se situó previamente.
Sin embargo, un elemento sí que habría sido eliminado de los
rasgos originales: se planteó la modificación del suelo de adoquines.
A pesar de ser una imitación del pavimento concebido por Juan Gómez de Mora,
resulta bastante incómodo para el viandante. Pero el cambio no se debía
principalmente a esta razón. Y es que el actual suelo propicia la creación de
charcos que hacen que el espacio sea más húmedo, lo que afecta negativamente
al aparcamiento situado bajo la plaza.
Auto de fe en la Plaza Mayor de Madrid. Francisco Rizzi, 1690 Uno de los actos que se realizaban en la Plaza Mayor, para los cuales se colocaban las gradas comentadas |
Dos cosas quedaban en el aire en la presentación del Plan.
Por una parte, quedaba incierto el futuro de las pinturas de Carlos Franco de
la Casa de la Panadería. Si bien es cierto que han resistido bien sus años de
existencia (fueron pintadas en 1992) y que se trata de un relato barroco sobre
la mitología madrileña, no se aseguraba que no fueran a ser suprimidas
con el fin de volver a la fisonomía original.
Por otra parte, no se aseguraba si iba a incluir o no una cúpula
de cristal como la de la Puerta del Sol que diera acceso desde la misma
plaza al mismo intercambiador, pudiendo acceder de esta manera desde la
Plaza Mayor a la estación de Sol.
El proyecto, concebido siendo aún alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, no fue bien acogido entre l@s madrileñ@s y cayó pronto en el olvido, engrosando así nuestra lista de El Madrid que no fue.
El proyecto, concebido siendo aún alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, no fue bien acogido entre l@s madrileñ@s y cayó pronto en el olvido, engrosando así nuestra lista de El Madrid que no fue.
miércoles, 3 de diciembre de 2014
Madrid 1972, el primer sueño olímpico
Tod@s conocemos los intentos de Madrid por hacerse con los Juegos
Olímpicos en estos últimos años, pero el sueño olímpico de nuestra ciudad
comienza mucho antes.
1. Madrid solicita los Juegos de la XX Olimpiada |
Nos remontamos a octubre de 1965. Durante ese mes se
celebra en Madrid la asamblea del Comité Olímpico Internacional (COI),
y es el presidente del COI en persona, Avery Brundage, quien
comenta que una candidatura española para los Juegos Olímpicos de 1972 sería
muy bien vista, y además tendría muchas posibilidades de ganar. Sin embargo los
plazos eran más que cortos puesto que la inscripción para la candidatura
finalizaba el 1 de enero de 1966, con lo cual la preparación de la misma
tendría que ser más que precipitada.
En ese mismo octubre, Barcelona aprovecha la oportunidad
y presenta su aspiración a candidatura, tras las fallidas de 1924, 1936 y 1940.
Y ya casi con los plazos terminados, el 18 de diciembre, el pleno
municipal de Madrid también presenta la suya, según se dice, impulsada
por el entonces alcalde Arias Navarro, e incluso por el mismo Franco.
El Comité Olímpico Español (COE) se encuentra
entonces con una difícil decisión, y en un primer momento parece que las dos
aspiraciones a candidaturas van a quedar descartadas. Sin embargo, el 24 de
diciembre de 1964, el COE decide, en una votación polémica a la que los
representantes catalanes no pueden acudir, que Madrid sea la ciudad
presentada como candidata para los Juegos Olímpicos de 1972. Madrid
se convierte por primera vez en la historia en candidata a unos JJOO.
2. Plano de Madrid en 1966 con la ubicación de las instalaciones existentes y previstas, la Villa Olímpica al norte, y una proyectada ronda de circunvalación |
El dossier oficial de la candidatura prácticamente se
improvisa, ya que el 1 de enero tiene que quedar presentado ante el COI. Un
dossier en el que no se da ninguna cifra de presupuesto, y varias sedes quedan
un poco en el aire (por ejemplo, la Plaza de Toros de las Ventas se postula
como sede para algún deporte, pero en ningún momento se especifica cuál).
Un total de 19 recintos deportivos eran los que
acogerían estos JJOO en la capital. 15 de ellos ya estaban construidos. Otros 6
se levantarían para el 72: una piscina para 12.000 espectadores, un pabellón
para 10.000, un velódromo para 6.000 ampliable a 20.000, dos
polígonos de tiro, y, por supuesto, el estadio olímpico para 100.000
personas. Todos estos recintos se situarían al oeste de la ciudad: Ciudad
Universitaria, Casa de Campo, Zarzuela, Club de Campo, Puerta de Hierro y
Parque Sindical Deportivo. Al norte (barrio de Fuencarral) se encontraría la Villa
Olímpica (ver foto 2).
Los recintos que ya estaban construidos y se aprovecharían
para el evento serían el Estadio de Vallehermoso, el Estadio Santiago
Bernabéu, el Estadio Manzanares (actual Vicente Calderón), el
Palacio de Deportes, el Hipódromo de la Zarzuela o la Ciudad
Deportiva del Real Madrid (hoy Cuatro Torres Business Area) entre otros. (Ver foto 3)
3. Dossier de la candidatura con las instalaciones propuestas |
La vela se ubicaría en Barcelona, y el remo y el piragüismo en el madrileño pantano de San Juan.
En lugar de la aportación específica de datos, lo que se
ofrecía eran detalles de lo que la ciudad podría ofrecer a los visitantes:
desde una Gran Vía repleta de neones o unos bloques de
viviendas del “nuevo Madrid” a una apacible tarde de barcas en el estanque
del Retiro, que recuerda mucho al famoso “relaxing cup de café con leche en
Plaza Mayor” de Ana Botella para la candidatura de 2020.
En el dossier también se hablaba de la experiencia de
Madrid acogiendo eventos deportivos, poniendo como ejemplo los Juegos
Iberoamericanos de 1962, los Juegos Nacionales Sindicales, y el Campeonato de
Europa de baloncesto.
Los Juegos se realizarían del 25 de agosto al 10
de septiembre de 1972 para evitar así el calor. 200.000 personas acudirían
cada día a presenciar estos eventos deportivos.
Como decimos, el dossier era poco más que un libro
ingenuo y poco elaborado de lo que podrían ser los JJOO en Madrid, pero sin
datos concretos y aportando ideas generales. Bien es cierto que en aquella
época el COI no era tan exigente como lo es ahora, y no se cuestionaba si un
país sería capaz de afrontar las sumas de dinero necesarias para un proyecto
como éste.
Las candidatas finales fueron 4: Detroit, Montreal,
Munich y Madrid. La votación también estaba cerca, ya que se celebraba el 26
de abril de 1966.
4. En el dossier se destacan las buenas comunicaciones de Madrid |
Cuando se acercaba el día en que se conocería al ganador y
contra todo pronóstico, la favorita era clara: Madrid. A pesar de la
falta de informes del proyecto, nuestra ciudad se postulaba como la preferida
sin ninguna duda. Y es que Detroit y Montreal quedaban prácticamente
descartadas desde un primer momento, puesto que desde 1960 no se celebraban
unos JJOO en Europa (en Roma, concretamente), y en 1972 todos apostaban por la
vuelta del evento al viejo continente.
La decisión estaba, por tanto, entre Munich y Madrid.
Sin embargo, ningún país comunista tenía pensado apostar por una ciudad de la República
Federal de Alemania (RFA) por razones políticas, y además España recibiría
el apoyo de todos los países iberoamericanos y árabes.
En contra de lo que se pueda pensar, en Madrid no se dispara
la euforia. Más bien todo lo contrario. No hay que olvidar que España en 1972
se encuentra aún bajo la dictadura franquista. El intento de convertir a
Madrid en Ciudad Olímpica es entonces más un motivo político que un deseo real.
Y es que lo que se pretendía era vender la imagen de Madrid y de España como un
destino moderno y renovado de cara al público, pero en ningún momento se
tiene la intención real de ganar esa competición.
5. Logotipo de la candidatura Madrid 1972 |
Horas antes de la votación final, y viendo que Madrid es
prácticamente la ganadora, empieza a circular la noticia de que el Ministro de
la Gobernación español, Camilo Alonso Vega, va a retirar a la ciudad de
la carrera olímpica sin dar explicación ninguna. No gustaba la idea de visitantes
de todos los países, incluidos los de países comunistas, paseando por las
calles de la Villa y Corte, y menos aún la de periodistas haciendo de Madrid
el centro de todas las noticias durante 15 días.
La ciudad no se retira, pero se da a entender que el
Gobierno no apoyará los gastos de la Candidatura, y a la votación final ni
siquiera acude el alcalde Arias Navarro.
A esa votación se lleva una maqueta del “nuevo
Madrid”, que ya contaría con 2,6 millones de habitantes. Dicha maqueta no
cabía en la bodega del avión, y por poco se queda en el aeropuerto de Barajas,
si no es porque finalmente se sierran las patas de la misma.
Ante tanta dejadez, es Munich la que se convierte en ganadora
con 31 papeletas, y Madrid, a pesar de querer retirarse de la carrera,
queda segunda recibiendo unos honrosos 16 votos.
Una pena que todo se hiciera de esta forma, ya que habría sido una oportunidad perfecta para proyectar internacionalmente nuestra ciudad.
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