Hoy, 2 de mayo, se celebra el Día de la Comunidad de
Madrid.
Y como lo prometido es deuda, por ser un día señalado en
rojo en el calendario festivo madrileño, hoy traemos el tercer artículo de “El
Madrid que SÍ fue”.
En esta ocasión viajamos en el tiempo hasta el siglo XIX. A
finales de este siglo estaba en su máximo apogeo el deporte de la pelota vasca en
Madrid. Es por lo que se construyeron en nuestra ciudad tres frontones: Jai
Alai, Fiesta Alegre y Euskal Jai.
Frontón Beti-Jai. Cancha y gradas |
Se trataría de un frontón situado en uno de los barrios
acomodados de Madrid, el de Chamberí, concretamente en el número 7 de la calle
Marqués de Riscal, en un lugar no muy lejano a la actual estación de metro de
Rubén Darío.
Fue inaugurado en la primavera de 1894 con el nombre de
frontón Beti-Jai, que viene del euskera y quiere decir “Siempre fiesta”. Y es
que era un templo a la fiesta del deporte en nuestra ciudad, antes de que el fútbol anulara casi por completo cualquier otro tipo de actividad física.
Imagen del frontón Beti-Jai en el año 1900. A la izquierda se puede apreciar la fachada interior neomudéjar |
No en vano, se encuentra en una parcela de 3.600 m2, y la
superficie construida alcanza los 10.800 m2.
El graderío rodeaba una cancha de 67 metros de largo,
formando un conjunto de planta semi-elíptica.
En 1919 se disputó el último partido del que se tiene
constancia. Desde ese momento, el que había sido la meca de la pelota vasca en
Madrid, pasó por muy diferentes etapas: fue comisaría durante la Guerra Civil,
lugar de ensayo de bandas de música en los primeros años de la dictadura,
taller de reparaciones de Citroën...
Se dice que incluso fue usado como fábrica
de aceitunas, almacén de cerveza, filmoteca, y viviendas dispuestas alrededor
de la cancha en forma de corrala.
En 1977 y 1991, el edificio optó a ser catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). Desafortunadamente no lo consiguió en ese momento.
Por último, en los años 90 del siglo XX, el malogrado frontón fue
abandonado.
En 2006, el edificio se incluyó en la Lista roja de
patrimonio en peligro por su avanzado estado de abandono. Vecinos, deportistas
como el pelotari Fernando Larumbe y arquitectos se unieron para tratar de
salvar este histórico edificio.
En 2011 fue por fin declarado Bien de Interés Cultural por
la Comunidad de Madrid. Además, se encuentra protegido dentro del Conjunto
Histórico de la Villa de Madrid.
Frontón Beti-Jai en la actualidad. agenciasinc.es |
Y es que, a pesar del estado de abandono, aún se conserva
toda la estructura original, las cuatro plantas del graderío, las escaleras de
madera, las columnas y vigas de hierro forjado (algunas curvadas para dar
inclinación a las gradas), los balcones con barandillas, e incluso restos de
los frescos primitivos.
Se llegó a hablar con la UNESCO en relación a la
posibilidad de declararlo Patrimonio de la Humanidad, lo cual no se descartó,
siempre y cuando sea restaurado y recupere su uso original, la pelota.
Fachada neomudéjar del interior del frontón en la actualidad |
Hace tan sólo unos días, a finales de abril de 2015, este
singular edificio ha pasado a ser propiedad del Ayuntamiento de Madrid por
siete millones de euros. Ante unas inminentes elecciones municipales, es el
nuevo equipo de gobierno municipal el que tendrá que decidir qué uso darle a
este lugar.
“La Capilla Sixtina de la pelota”, “un exponente único de la
arquitectura del hierro y, al mismo tiempo, de la edificación neomudéjar”, “el
último frontón del siglo XIX de estas características sin ser reconstruido ni
remodelado” son algunas de las alabanzas que ha recibido este frontón.
Incluso existe una plataforma ciudadana, “Salvemos el
frontón Beti-Jai de Madrid”, que según su web “lucha por la conservación,
rehabilitación y restauración del frontón”.
Esperemos que en un futuro no muy lejano podamos ver por fin
recuperado este gran exponente del patrimonio de nuestra ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario