Tal día como ayer, un 27
de octubre pero de 1945, fallecía
en nuestra ciudad uno de los arquitectos y urbanistas más importantes para
Madrid: Antonio Palacios. Por este
motivo hemos decidido hacerle un pequeño homenaje
recordando una de sus obras más añoradas de Madrid, que a punto estuvo de ser
reconstruida: el Templete de la Red de
San Luis.
Palacios, a pesar de ser todo un símbolo en la capital, era madrileño de adopción. Nacía en 1876 en
Porriño, Pontevedra, municipio que
va a cobrar importancia en este artículo. Sin embargo, se convirtió casi en una
imagen del Metro de Madrid a partir
de 1917 al ser el encargado de diseñar el interior de las primeras estaciones
construidas, así como de organizar accesos, e incluso fue el creador del
célebre logotipo de Metro en forma
de rombo.
Templete de la Red de San Luis |
Aún hoy en día se puede ver algo de este original diseño en
estaciones como la de Bilbao, en la
parte de la línea 1, o en la clausurada de Chamberí,
hoy centro de interpretación del Metro (Andén 0).
En 1919, junto
con la inauguración del Metro de Madrid
por Alfonso XIII, se abría un templete
en la Gran Vía cuya construcción había finalizado un año antes. Se trataba del
acceso principal a la estación de metro
de Gran Vía, en la intersección entre la
calle de la Montera y la propia Gran Vía, el espacio conocido como Red de San Luis. De hecho, en aquel
entonces la estación se llamaba “Red de San Luis”.
El acceso albergaba un ascensor
que comenzó a prestar servicio el 18 de noviembre de 1920. Sin embargo, su uso
no era gratuito, algo impensable en la actualidad. Al igual que hoy tenemos una
amplia variedad de billetes (sencillo, combinado, 10 viajes…), en aquel
entonces existía el llamado “billete de ascensor”, que permitía su utilización por un
coste adicional de 5 céntimos de peseta.
Posteriormente se añadió otro elevador, y parece el templete
llegó a dar servicio a unos 30.000 pasajeros al día.
Templete de la Red de San Luis con la calle de la Montera al fondo. Años 50 del siglo XX |
El mismo, a pesar de estar realizado en granito, material tan visible en las calles de Madrid, tenía una marquesina de cristal y hierro para
proteger a los usuarios de Metro de las inclemencias del tiempo mientras
esperaban al ascensor. Su planta rectangular y su influencia art decó hicieron que se convirtiera
pronto en un símbolo de la plaza y del suburbano.
La entrada se hacía por la zona más cercana a la Gran Vía,
mientras que la salida era por un arco de medio punto hacia la calle de la Montera. Por
este motivo, la parte del monumento orientada a Montera no estaba cubierta por
la marquesina.
Templete de la Puerta del Sol |
No se trataba del único templete de la capital. En la vecina
Puerta del Sol existía otro que
hacía las mismas funciones, e igualmente construido por Antonio Palacios. Su marquesina,
en plano horizontal a diferencia de la de la Red de San Luis, que estaba
inclinada, era uno de los elementos más reconocibles de la céntrica plaza
madrileña.
En 1933, una orden de la Dirección General de Ferrocarriles decretó el desmantelamiento de ambos
templetes. Por una parte se desinstaló el de la Puerta del Sol, pero por otra,
tras una entrevista entre el Ministro de Fomento y Miguel Otamendi (ingeniero
considerado como uno de los impulsores del Metro de Madrid), se decidió
mantener el de la Red de San Luis, añadiendo el segundo ascensor antes
comentado.
Con motivo de nuevos accesos a la estación de Metro, el 6 de diciembre de 1969, el Templete de
Gran Vía dejó de dar servicio, y un año más tarde el alcalde Carlos Arias Navarro ordenó su
desmantelamiento, una triste decisión para nuestra ciudad.
Templete de la Red de San Luis en Porriño, Pontevedra. Fotografía de la Mancomunidade da Área Intermunicipal de Vigo |
Poco después, en 1971,
el monumento fue donado a la localidad de Porriño,
municipio natal de nuestro célebre arquitecto. A pesar de no conservar todos
los elementos (la marquesina desapareció), es aún posible contemplar este
importante icono en un parque público del mencionado pueblo pontevedrés.
Pero la historia no acaba aquí. Este artículo es de “El
Madrid que no fue”, así que de hecho, la parte que nos interesa es la
que comienza ahora.
En ese lugar, entre 1832 y 1868 se había ubicado la Fuente de los Galápagos, inaugurada
para conmemorar la jura como princesa de Asturias de la que sería Isabel II, y
ubicada hoy en el Parque del Retiro.
A finales de los años
90 del siglo XX, lo que había en la Red de San Luis era una fuente con esculturas de aves que
movían sus alas, pero que fue modificada con el paso de los años y los grupos
escultóricos se eliminaron, con lo que la fuente carecía de interés.
Fuente de la Red de San Luis, construida en 1972. En la fotografía, aún se aprecian las esculturas de aves que después se eliminaron. |
Es por ello que se decidió volver a instalar el Templete en
el lugar original. El Ayuntamiento de Madrid se puso en contacto con el de
Porriño para recuperar la donación… pero el municipio gallego se negó, al haber recibido ese
monumento como un regalo. De hecho, ya se había convertido en un elemento
importante de la localidad, recordando así a su ilustre vecino.
Las negociaciones no llegaron a buen puerto, y Porriño no
permitió la vuelta del Templete a Madrid.
Años más tarde, en septiembre
de 2008, el entonces alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció la remodelación del entorno Montera-Fuencarral.
Comenzaba así en 2009 la
peatonalización parcial de la calle Fuencarral (desde la calle Hernán Cortés
hasta la Gran Vía) y de la Red de San Luis, para dar así continuidad a la zona
peatonal de la calle de la Montera. Ambas se unirían por un gran paso de cebra que
atravesaría la mencionada Gran Vía.
Sin embargo, de lo que más se habló de esa futura remodelación, fue de un elemento
que se prometía volvería a las calles de Madrid: el Templete de Antonio Palacios. Puesto que el original estaba
destinado a no abandonar Galicia, Gallardón anunció la reconstrucción de uno que, a imagen del original, se convirtiera en
un auténtico símbolo. Una réplica
que haría justicia a un lugar que había sido maltratado con el paso del tiempo.
Proyecto del Ayuntamiento de Madrid para la peatonalización de la Red de San Luis, con la construcción de la réplica del Templete |
La pregunta era obvia: ¿para qué serviría este nuevo
monumento? Y es que los accesos a la estación de metro Gran Vía eran ya
numerosos, con lo que no era necesario uno más. Se barajaron dos opciones.
Por una parte, este icono se convertiría en Taquilla Último Minuto. Es posible que la
existente en ese momento en la vecina plaza del Carmen se hubiera trasladado a
este nuevo espacio, para vender entradas de teatro a última hora a un precio
inferior al habitual.
Por otra parte, se planteó la utilización de este lugar como
nueva Oficina de Turismo del
Ayuntamiento de Madrid, añadiéndose a las múltiples ya existentes (Plaza
Mayor, Callao, Cibeles, Paseo del Arte…).
Los vecinos, principales afectados por esta reconstrucción,
se mostraron mayoritariamente partidarios a esta réplica, que vendría a
sustituir esa original que aún muchos recordaban.
Red de San Luis en la actualidad tras la peatonalización |
Durante ese mismo 2009
acabaron las obras de peatonalización. Montera y Fuencarral cambiaban su
aspecto para hacerlo más amable con el entorno, y se inauguraba por fin la
nueva Red de San Luis con un nuevo elemento… un olivo. Increíblemente, el Ayuntamiento de Madrid modificó su idea
original de construir una réplica del Templete de Antonio Palacios para plantar
un olivo en el lugar en que se había ubicado el original y las fuentes ya
mencionadas.
El Consistorio madrileño alegó que la reconstrucción de la
réplica del Templete no había sido más que una idea, no una promesa en firme, y
que las arcas de la ciudad no pasaban por su mejor momento. Además, la comisión de patrimonio denegó la recreación al no admitir la reproducción de obras antiguas, algo que causó la indignación de más de un madrileño en
aquel momento.
Antonio Palacios
se quedó, por tanto, sin su pequeño homenaje, y la zona tendrá que esperar para
poder ver cumplido su sueño de tener de nuevo aquel símbolo del Metro de
Madrid. Otro proyecto fallido en este “Madrid
que no fue”.
Ahora sí que a ser, de hecho está ya aprobado y en unos meses volverá a estar el templete o mejor, su réplica.
ResponderEliminar¿Se sabe quién fue el primero que atribuyó a Palacios la autoría de ese templete? Los planos de construcción archivados en Fomento y el dibujo de la perspectiva del acceso vertical publicado por Metro en 1918 están firmados por otras personas 🤔
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