Hoy traemos en “El Madrid que no fue” uno de los principales
proyectos no realizados en Madrid, el de Ventura
Rodríguez para la iglesia de San
Francisco el Grande.
Pero antes de ello, nos remontaremos a los orígenes de este
lugar.
Placa junto a San Francisco el Grande, donde San Francisco de Asís fundó una ermita en 1217. madridvillaycorte.es |
Cuenta la leyenda que San
Francisco de Asís, nacido a finales del siglo XII en Italia, llegó a Madrid en su peregrinaje a Santiago de
Compostela. Se estableció durante un breve período de tiempo en una choza situada fuera de las murallas de
la ciudad, en el lugar exacto donde hoy se encuentra San Francisco el Grande,
en la intersección entre la Gran Vía de San Francisco, la Carrera de San
Francisco y la calle Bailén.
Antes de partir de Madrid, fundó en ese mismo lugar en 1217 una pequeña ermita, junto a la que después se asentó una comunidad de religiosos franciscanos que
construyeron una iglesia dedicada a Santa María, haciendo de esta
originaria choza un modesto convento.
Tal monasterio fue haciéndose popular por esta historia de San Francisco de
Asís, con lo que a finales del siglo
XIV pudo ser renovado y ampliado.
Muchas de las familias más importantes de Madrid, como los Lujanes, los Vargas y los Zapata,
contaban con capillas propias junto
a la capilla mayor, fundada a su vez por Ruy
González de Clavijo, embajador del rey Enrique III, “el doliente”.
También importantes personajes históricos eligieron esta
iglesia, llamada ya de Jesús y María,
para ser enterrados. Véase el caso del propio Ruy González de Clavijo, el de Enrique de Villena, hijo del II marqués
de Villena, o de doña Juana de Portugal,
esposa del rey Enrique IV y madre de Juana “la Beltraneja”. Lamentablemente
todas estas capillas (25 en total), y los sepulcros se han perdido con el paso
del tiempo.
Convento hacia 1656. Plano de Teixeira urbancidades.wordpress.com |
En 1561, Felipe II convirtió Madrid en la
capital del reino, y aquel modesto convento ganó en riqueza y poder, no sólo por su estrecha relación con la Casa Real,
sino por convertirse en la sede del Comisariado
General de Indias y la Obra Pía de Jerusalén, que custodiaba
todos aquellos Santos Lugares
conquistados en las cruzadas.
En 1760, los
monjes franciscanos derribaron este
histórico convento para crear uno nuevo, más amplio y lujoso, en ese mismo
lugar.
Y es ahora cuando comienza la historia relativa al Madrid que no fue.
El arquitecto que recibió este importante encargo es, nada
más ni menos, que Buenaventura Rodríguez Tizón, conocido como Ventura Rodríguez.
Nacido en 1717 en
Ciempozuelos, Madrid, y fallecido en
la capital en 1785, se le considera el principal arquitecto español de la época
junto a Juan de Villanueva.
Colaboró en las obras del Palacio Real, aunque su primer
gran triunfo vino de la mano de la Capilla
Real del mismo edificio, ya que el rey Fernando VI eligió su proyecto frente
al de Giovanni Battista Sacchetti, a quien ayudaba Ventura en su construcción
del Palacio.
Ventura Rodríguez, por Francisco de Goya (1784) |
Tras este encargo, recibió otros muchos, como el de la
iglesia parroquial de San Marcos, la
decoración del Real Monasterio de la
Encarnación, el interior de la Colegiata
de San Isidro, el Palacio del
Infante don Luis de Boadilla del Monte, la Puerta de Atocha, el Palacio
de Liria, el de Altamira... y así hasta una infinidad de importantes
proyectos, aunque si hay algo por lo que es conocido es por las fuentes que son ahora un símbolo de la
capital: Cibeles, Apolo, Neptuno, las Cuatro Fuentes,
la de la Alcachofa, la de las Conchas
en el Campo del Moro (originalmente en los jardines del Palacio de Boadilla
del Monte)…
Fue, además, director
de los estudios de arquitectura de
la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando, y obtuvo el título de Maestro
Mayor del Ayuntamiento de Madrid, con lo que gran parte de la ordenación
urbana actual de la ciudad se debe a su actuación.
Sin embargo, el encargo de proyecto para la iglesia de San
Francisco el Grande, que recibió este ilustre personaje en 1760, pronto se convirtió en una pesadilla.
Proyecto de Ventura Rodríguez para la iglesia de San Francisco el Grande, 1761 |
En 1761 finalizó
su diseño y lo presentó a los monjes franciscanos. El solar en que antes habían
estado la iglesia, las capillas, el convento y el claustro principal se
convertiría, según Ventura, en una gran
iglesia neoclásica. La misma tendría
planta de cruz latina, y se dividiría en tres naves, siguiendo así los
trazos de la basílica de San Pedro en El Vaticano.
Por increíble que parezca, la comunidad franciscana rechazó
el proyecto y lo tacharon de ambicioso,
con lo que no le permitieron su ejecución.
Por una parte, se dice que en realidad no aprobaron los
bocetos de Ventura porque este estilo de construcción no era común en España:
el altar en nuestro país suele estar presidido por un gran retablo que domine la estancia, y el coro se enfrenta el
mismo. Sin embargo, en el proyecto del arquitecto es al fondo del presbiterio donde se coloca el coro, eliminando el retablo principal. Nada de extrañar en un
arquitecto que, a pesar de no haber viajado a Italia, era bien conocedor de las
corrientes artísticas de aquel país.
Planta del templo proyectado por Ventura Rodríguez para San Francisco el Grande. Biblioteca Nacional de España, a través de paisajesurbanosmatritenses.blogspot.com |
Por otra parte, se dice que el motivo real para el rechazo
del plan fue que el madrileño pretendía demoler parte del Cuarto de Indias, en el antiguo convento, que no se había derruido
para su conservación.
Sea como fuere, Ventura no consiguió convencer a los encargados
de aprobar el proyecto, lo que consideró parte importante de una larga crisis personal, que tendría su momento
más álgido unos años más tarde, en 1776, con la muerte de su mujer.
El religioso franciscano Francisco Cabezas, original de un pueblo de Valencia, es quien
finalmente recibió este encargo.
Creó un nuevo diseño de iglesia
con planta circular con vestíbulo y ábside. La gran cúpula central rodeada de capillas sería el elemento
característico de este nuevo edificio con fachada
curva, detalles muy inusuales en la arquitectura española.
Pronto comenzaron las obras, pero Ventura Rodríguez trató
por todos los medios de crear complicaciones técnicas para el proyecto
valiéndose de su influencia en la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando. Por este motivo, Francisco Cabezas abandonó en 1768 la
construcción y volvió a Valencia, donde moriría poco después.
Planta del proyecto realizado por Francisco Cabezas para la basílica de San Francisco el Grande. paisajesurbanosmatritenses.blogspot.com |
Después se reanudaron las obras con Antonio Pló a la cabeza, que finalizó la impresionante cúpula en 1770, que con 33 metros de
diámetro se ha considerado tradicionalmente como la mayor de España y la
tercera más grande de todo Occidente, sólo por detrás de la del Panteón de
Agripa (43,4 metros), y la de San Pedro del Vaticano (42,5 metros), ambas en
Roma.
La cúpula de San Francisco el Grande no tiene tambor que la eleve, ya que se sitúa ya a una considerable
altura (58 metros). Es por lo que
pasa desapercibida desde el exterior, y sólo se aprecia su majestuosidad desde
el interior.
En ese momento se pide ayuda a Diego de Villanueva (hijo de Juan de Villanueva) para garantizar la
seguridad de la cúpula. Con este fin, idea añadir columnas adosadas a los pilares, algo que criticó muy duramente de
nuevo Ventura Rodríguez, por lo que la Real Academia de Bellas Artes decidió
reprenderle duramente por su actitud negativa durante toda la construcción.
Para la fachada y las dos
torres principales, en 1776 los
frailes pidieron a Carlos III la
incorporación al proyecto del italiano Francesco
Sabatini, que en 1764 había concluido las obras del Palacio Real. Fue el
italiano con quien se finalizó esta gran construcción en 1784, algo que tampoco fue de agrado para nuestro Ventura, y es que
en 1769 Carlos III había descartado sus proyectos para la Puerta de Alcalá,
eligiendo uno de Sabatini.
Real Basílica de San Francisco el grande en la actualidad, según el proyecto de Francisco Cabezas Flickr - fdecastrob |
A pesar de que Ventura Rodríguez creyó haber perdido el
favor real por estas decisiones, lo cierto es que aún hoy, gran parte de los
monumentos más fotografiados de la ciudad son obra del madrileño.
Años más tarde, durante el reinado de José Bonaparte, se planteó destinar el templo de San Francisco el
Grande a Salón de Cortes, ya que la
última había tenido lugar en 1789 en San Jerónimo el Real, “los Jerónimos”, por no existir en la ciudad un espacio destinado a
tal fin. El proyecto se descartó, y las últimas Cortes del Antiguo Régimen
celebradas en España fueron en 1833 y de nuevo en “los Jerónimos”, lugar donde
además tradicionalmente tenía lugar la jura como príncipes de Asturias de los
herederos de la Corona.
Tras la desamortización
de Mendizábal en 1836, los frailes
abandonaron el convento, y con el paso del tiempo el derribo de una parte del edificio dio lugar a lo que
hoy es el Parque de la Cornisa, y desde el cual se pueden ver las ventanas
cegadas de la iglesia porque son las que lindaban con el monasterio. (Ver
también la historia del proyecto del "Minivaticano").
Real Basílica de San Francisco el Grande en la actualidad. conciertodeculturas.es |
Se consideró en ese momento también convertir el templo en
un Panteón de Hombres Ilustres, como
ya comentamos hace unos meses en este artículo: “El sueño de un Panteón de Hombres Ilustres”.
En 1962, la iglesia fue declarada Basílica menor, y en la actualidad, además de ser una de las
iglesias más bellas del país, es una gran
pinacoteca con obras de importantes artistas como Francisco de Goya.
Pero como esto ya forma parte del Madrid que sí fue, nos
hemos querido centrar en el proyecto de Ventura
Rodríguez, el que fue descartado
incomprensiblemente y que estaba llamado a ser de igual manera una gran iglesia
para nuestro país, y uno de los más importantes encargos para el arquitecto.
¿Crees que fue justo
su rechazo? ¿Te parece más interesante la no realizada, o la que finalmente
se construyó?
Hola David. Los Madrileños tenemos que estar orgulloso de tener una basílica tan bonita
ResponderEliminarcomo San Francisco el Grande. ¡ Creo que fue justo su rechazo ¡ Me gusta más la que finalmente
se construyo. Un saludo.
¡Hola! La verdad es que la Real Basílica de San Francisco el Grande es una de las más interesantes de la ciudad, y en cambio no es una de las más conocidas.
Eliminar¡Gracias por tu comentario!
La historia es siempre injusta con ventura Rodriguez....
ResponderEliminarMe gustan las dos. La que hay ahora es una joya infravalorada pero me quedaría si tengo que decidir con el proyecto de Ventura Rodríguez.
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