La Puerta de Alcalá
es ese gran símbolo de Madrid sin el cual no se puede entender la ciudad, es
uno de los monumentos emblemáticos que cualquier persona que visite la capital
debe contemplar. Sin embargo… ¿conoces los proyectos
alternativos para la Puerta de Alcalá?
Hoy es un día importante para nuestra ciudad.
Por una parte, esta mañana ha comenzado FITUR, la segunda Feria
Internacional de Turismo más importante del mundo, que cuenta ya con una
experiencia de 36 ediciones.
Carlos III (1716 - 1788), retratado por Antonio Rafael Mengs |
Pero además hoy, 20
de enero de 2016, se celebra el 300
aniversario del nacimiento de “el
mejor alcalde de Madrid”, el rey Carlos
III que, desde su nacimiento en 1716
hasta su muerte en 1788 trató de embellecer la fisionomía de la capital con grandes avenidas, una buena red de alcantarillado, uso de adoquines, hospitales públicos como el de San Carlos (hoy Museo Reina Sofía),
servicios de recogida de basura y de
alumbrado, y monumentos tan emblemáticos como las fuentes de Cibeles, Apolo y Neptuno, el
edificio del Museo del Prado, el Real Observatorio, o el Real Jardín Botánico.
El monarca, de la dinastía de los Borbones, hijo de Felipe V
y padre de Carlos IV, no cesó en su empeño de acercar la cultura a la sociedad
española. Por ello en Madrid celebramos este 2016 como un año especial, y de
hecho, el Palacio Real, que tuvo como primer habitante precisamente a este rey,
ya le rindió homenaje durante la Navidad decorando su famoso belén napolitano
con copias de edificios relacionados con el ambiente culto de Carlos III.
En “El Madrid que no fue”,
como no puede ser de otra manera, también recordamos a tan importante rey, y
por ello en el post de hoy traemos la historia de uno de los monumentos más
recordados del Borbón y, a su vez, uno de los más emblemáticos de la capital:
la Puerta de Alcalá.
Para entender la historia de tan relevante monumento, nos
tenemos que remontar a la época de los Austrias.
Antigua Puerta de Alcalá, derribada en 1764 |
Parece ser que en
1599, el rey Felipe III había mandado
construir una puerta que conmemorara la entrada de su esposa, Margarita de Austria, en la ciudad. De
estilo barroco y hecha en ladrillo, estaba localizada en lo que
hoy es calle Alfonso XI, a mitad de camino entre la fuente de Cibeles y la
actual Puerta de Alcalá.
Aquella construcción estaba situada en el camino a la
localidad de Alcalá de Henares, un
real camino que posteriormente continuaba hacia Aragón, Cataluña y Francia. Por
este motivo se comenzó a llamar Puerta
de Alcalá.
Felipe IV, el
sucesor de Felipe III, construyó una cerca
que rodeó Madrid entre 1625 y 1868 con
fines estrictamente fiscales. No consideró necesario trasladar la entrada
construida por su padre, con lo que pasó a formar parte de la
cerca de Felipe IV.
Otras fuentes afirman que en realidad esta puerta de la ciudad no se creó hasta 1636 o 1639.
Sea como fuere, lo cierto es que el monumento se mantuvo en pie durante muchos
años y los reinados de Carlos II, Felipe V, Luis I y Fernando VI.
A la muerte de Fernando VI, "el mejor Alcalde" comenzó su mandato: Carlos III entró
en Madrid como rey de España el 9 de diciembre de 1759 bajo una intensa
lluvia. Se dice que aquel día vio la Puerta de Alcalá y no le agradó. Ya desde aquel
día, este ilustre personaje quiso convertir a Madrid en una ciudad monumental.
Fue poco después, en 1764,
cuando decidió derribar aquella
puerta con el fin de ensanchar la calle de Alcalá. Su objetivo, además de la
construcción de una avenida magna, era la creación de una gran entrada para la
capital de España, que mostrara el esplendor de la ciudad y del reino.
Hacia 1769, el
monarca encargó el diseño de este monumento a los tres arquitectos más importantes de esta época.
En primer lugar, José
de Hermosilla (1715-1776), arquitecto e ingeniero, diseñó un trazado para la nueva puerta. Su
opinión era muy tomada en cuenta, ya que precisamente en ese periodo
(1767-1784), se encontraba en pleno proyecto de ordenación del Salón del Prado, que posteriormente se vería
culminado con las fuentes de Ventura
Rodríguez: la de la Alcachofa, las Cuatro Fuentes, la de Neptuno, la de Apolo y
la de Cibeles. Sin embargo el proyecto de Hermosilla pronto se descartó, quizás
para que artista pudiera seguir centrado en el Salón del Prado.
Dos de los cinco proyectos de Ventura Rodríguez para la Puerta de Alcalá (1769) |
Fue Buenaventura Rodríguez Tizón, más conocido como Ventura Rodríguez (1717-1785) el
segundo de los arquitectos que preparó algunos diseños para la que sería la
nueva Puerta de Alcalá.
Concretamente, diseñó cinco
proyectos que, fechados a 16 de mayo de 1769, aún se conservan en el Museo
de Historia de Madrid. Los cinco eran de una enorme calidad, y su experiencia
era más que notoria en estos trazos. Se trataba en general de arcos triunfales con semicolumnas toscanas. Todos tenían cinco vanos, presentando tres de medio
punto en el centro para carruajes, y dos adintelados menores en los extremos
para peatones.
Los restantes tres de los cinco proyectos de Ventura Rodríguez para la Puerta de Alcalá (1769) |
Lamentablemente, Ventura Rodríguez tuvo la “mala suerte” de
coexistir, en primer lugar, con Juan de
Villanueva (1739-1811), considerado como máximo exponente de la
arquitectura neoclásica en España, y en segundo lugar, con Francesco Sabatini (1722-1797), artista italiano que trabajó para
la Casa Real de España. Tanto Ventura Rodríguez como Sabatini cabalgaron entre
el barroco y el neoclásico. Sin embargo, poco a poco parece que Sabatini le fue
quitando el puesto a Ventura en los grandes proyectos reales. Un ejemplo de
esto puede ser el caso de “El proyecto de Ventura Rodríguez para San Francisco el Grande”, que nunca llegó a ver la luz.
Francesco Sabatini (1722 - 1797) |
Con la Puerta de Alcalá ocurrió algo similar. Y es que, como
decimos, los cinco proyectos de Ventura eran más que interesantes, pero el
tercero de los arquitectos que presentó sus diseños al rey fue precisamente Francesco Sabatini.
En su caso fueron dos
los proyectos realizados, ambos
soberbios y de una grandiosidad indiscutible, siendo de los más relevantes de
toda la arquitectura europea del XVIII.
Igualmente concebidas como arcos triunfales, se trataba de dos puertas tardobarrocas clasicistas que
se diferenciaban, fundamentalmente, en que una se componía de cinco vanos (tres para carruajes y dos
para peatones), y la otra solo constaba de cuatro.
Parece ser que Carlos III no tuvo ninguna duda, y eligió el proyecto de Sabatini. Sin
embargo… ¿cuál de los dos diseños?
Los dos proyectos de Francesco Sabatini realizados para la Puerta de Alcalá (1769) |
Se dice que el monarca, sin darse cuenta, aprobó ambos diseños, quizás ante la
imposibilidad de seleccionar uno en detrimento del otro, con lo que Sabatini se
encontró ante la difícil tarea de mostrarle al rey su error, algo que le podía
costar la pérdida del favor real que gozaba por aquel entonces.
El astuto arquitecto decidió, por tanto, realizar ambos diseños en el mismo monumento. Modificó sus dos arcos triunfales
originales con el fin de poder plasmarlos en la misma puerta, algo que realizó
magistralmente, y motivo por el cual hoy en día podemos disfrutar de dos Puertas de Alcalá diferentes, una cada lado del
monumento.
Construida en estilo
neoclásico, se finalizó en 1778,
y se consideró desde el primer momento uno de los símbolos de la Ilustración en España, una monumental
entrada a la capital que no ha perdido importancia desde entonces.
Como decimos, la de Alcalá se usó realmente como puerta de la cerca de Carlos IV. Cuando
aquel muro desapareció, la Puerta perdió su uso de entrada a la ciudad, pero se
siguió manteniendo como uno de los iconos de Madrid.
El lado oeste es
el considerado como interior, ya que
es el que mira hacia el casco histórico de la ciudad, el que veían los
madrileños cuando partían de la ciudad, y por su parte, la fachada este es la exterior,
la que recibía a los viajeros.
Puerta de Alcalá En primer lugar, la fachada este (la exterior), y en segundo lugar, la fachada oeste (interior) |
Los motivos que adornan la parte exterior son, sobre los tres arcos de medio punto, unos
mascarones con formas de sátiros, espíritus de los bosques en la Antigua
Grecia, ya que junto a los motivos
florales de los arcos adintelados de los extremos, se consideraban un símbolo de fertilidad. Así, todo el que
entraba en la ciudad veía símbolos de fecundidad bajo el escudo real del frontón de la puerta, sostenido por la Fama y
ayudado por un niño, tratando de mostrar al visitante la fertilidad del Rey de España.
Por su parte, el lado
interior, sobre los tres arcos principales se ven unas cabezas de leones que simbolizan la lealtad hacia la monarquía, haciendo que todo el que abandonara la
capital lo hiciera recordando que, aunque fuera a otros puntos del reino, la
lealtad al monarca estaba por encima de todo. Los tarjetones de los extremos
muestran cornucopias, símbolo de abundancia, y por último,
rematando la fachada, armas y escudos
que parecen torsos recostados
hablando del esfuerzo pacificador
del rey.
Un conjunto indiscutiblemente soberbio, que echó por tierra los planes de José de Hermosilla y, por supuesto, de Ventura Rodríguez de hacerse cargo del proyecto.
¿Conocías estos
diseños no realizados de la Puerta de Alcalá? ¿Crees justa la victoria de
Sabatini en este caso?
Un blog súper interesante, enhorabuena!!!!
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