Seguramente has escuchado en numerosas ocasiones hablar del Campus de la Justicia, pero… ¿sabes
exactamente en qué consistía este faraónico proyecto?
Proyecto para el Campus de la Justicia. culdesac.es |
Son muchos los juzgados que existen en Madrid debido al gran número de
personas que vive en la urbe y a la condición de capital de España. Por ello,
ya en 2003, se comenzó a especular
acerca de la creación de una nueva “ciudad”, dentro de Madrid, que agrupara
todos los juzgados que no fueran estatales, es decir, todos los existentes en el
municipio a excepción del Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional y el Tribunal
Constitucional, que seguirían en el lugar en que han estado hasta ahora.
En julio de 2004,
la entonces Presidenta de la Comunidad de Madrid dio a conocer la noticia de la
próxima construcción de este gran complejo. Se trataría de un espacio de 300.000 metros cuadrados en el que se
ubicarían hasta 21 tipos de juzgados
diferentes.
Este lugar tenía que estar bien ubicado, debido a la
importancia que tendría. Por ello se determinó que la zona de Valdebebas sería
la idónea para acoger estos edificios. No en vano, este nuevo espacio al norte
de la ciudad está cerca del aeropuerto
Adolfo Suárez Madrid Barajas, y
estaría conectado con trenes de
cercanías y con la línea 1 de metro,
que se ampliaría con tal fin.
El proyecto comenzó su andadura bajo la promoción y gestión
de la sociedad pública Campus de la
Justicia de Madrid S.A., y pronto se aprobó el Plan Parcial que se
necesitaba para poder comenzar la construcción.
En enero de 2005
comenzó la inscripción para el concurso
público, en el que 345 arquitectos de
37 países diferentes presentaron un
total de 197 propuestas.
En mayo se eligió a los 14
proyectos que pasarían a la siguiente fase. En ésta, se elaborarían las maquetas de lo que se planeaba
edificar, y serían expuestas al público durante el mes de julio.
Plano del proyectado Campus de la Justicia. constructalia.com |
Por fin, se declaró ganadora la propuesta de Javier
Frechilla, Carmen Herrero y José Manuel López-Peláez, arquitectos de la Escuela
de Madrid, que se presentaron bajo la firma Frechilla y López-Peláez
Arquitectos (FLPSL). Se trataba de varios edificios muy semejantes,
debido a su planta circular y a sus
dimensiones. Sin embargo, cada uno de ellos tendría su propia personalidad.
Todo ello se construiría en 2 fases. En la primera se
levantarían los siguientes edificios:
- El Instituto de
Medicina Legal, proyectado por Alejandro Zaera Polo, el cual estaría
cubierto con una membrana para ocultar algunas salas del edificio como las relacionadas
con patología forense.
- El Juzgado de
Menores, construido por Rafael de
la-Hoz y Jaime Duró Arquitectos, con
diversas plazas de aparcamiento, al igual que el resto de construcciones.
- La Audiencia
Provincial de Madrid, de Foster and
Partnerships, con la colaboración del célebre arquitecto Norman Foster. Destacaría
el gran espejo de agua de la planta baja que reflejaría la luz natural y
humidificaría el aire de todo el edificio, el cual estaría resguardado bajo una
cubierta acristalada.
A la derecha, el Tribunal Superior de Justicia, Norman Foster. A la izquierda, Edificio de Usos Múltiples. |
- El Tribunal
Superior de Justicia, de la misma firma de Norman Foster. Destacaría la
alta y estrecha entrada que conduciría a un gran patio central con forma de
triángulo.
- El Decanato,
de Picado de Blas-Arquitectos, que
representaría una lámpara repleta de luz natural, la cual entraría por la
fachada a través de una pared especial.
- Un Edificio de Usos
Múltiples, proyectado por Richard
Rogers Partnership Vidal y Asociados Arquitectos, que serviría como entrada
al complejo con servicios comerciales y de restauración. En sus 8 plantas
destacaría la luz solar captada por múltiples paneles.
- Centro de
Producción Térmica, elaborado por el mismo equipo que ganó el concurso del
proyecto general, y concebido como una estructura ajardinada.
Proyecto del Campus de la Justicia. culdesac.es |
La segunda fase se llevaría a cabo con posterioridad. En
ella, se construirían aún más edificios que en la primera fase: la Fiscalía, el Juzgado de Guardia, el Registro
Civil (de Ángel Borrego – OSS, en
el que habría salas de espera con juegos, cine, práctica de deportes…), el Juzgado de lo Civil-Mercantil, el Juzgado de lo Penal (de Rafael de La-Hoz Castanys Arquitectos,
inspirado en una balanza, símbolo de la justicia, con un patio inglés interior
y con estructuras con formas de platillos en el exterior), los Juzgados de lo Contencioso-Administrativo
(concebidos como bosque urbano en el que se aprovecharía el agua de lluvia para
regar algunas zonas ajardinadas), y el Juzgado
de lo Social.
En esta fase se añadiría también un edificio de accesos y servicios, uno más para usos varios, y dos
ampliaciones: una del Juzgado de lo
Civil, y otra del Juzgado de lo
Penal.
En resumen, una auténtica Ciudad de la Justicia que aunaría un gran número de edificios en un
concepto bastante novedoso. Un total de 14
edificios que costarían 500 millones
de euros.
Zonas verdes, circulación peatonal, buenas comunicaciones,
grandes instalaciones… un sueño que parecía hacerse realidad.
Proyecto de la Audiencia Provincial de Madrid. Norman Foster |
El 31 de enero de 2007, en un acto
institucional, la que era Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, colocó la primera
piedra de este Campus anunciando que todo esto se construiría “sin coste alguno
para los ciudadanos”, y que el conjunto se finalizaría en 2011. Se comenzaba
así la construcción del Instituto de
Medicina Legal, el primero de los edificios proyectados.
Los grandes costes de la construcción, el estallido de la
burbuja inmobiliaria, las faraónicas características del proyecto… todo influyó
para que el Campus de la Justicia tuviera que ser paralizado en 2009, y para que solo ese primer edificio pudiera ser
construido.
En 2014, el entonces
Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio
González, anunció la disolución de Campus
de la Justicia de Madrid S.A., pero también que el proyecto se ponía en marcha de nuevo, aunque con
algunos cambios. Se convocaría un nuevo concurso para elaborar un plan mucho
menos pretencioso, en que primara la funcionalidad
a la estética. Los edificios serían mucho más modestos, y perderían su característica planta circular. Solo el Instituto
de Medicina Legal, conocido popularmente como el “dónut”, tendría finalmente
esta particularidad al estar ya finalizada su construcción.
Instituto de Medicina Legal, en 2015. Único edificio finalizado. abc.es |
No ha sido hasta julio de este 2015 cuando la actual Presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, ha anunciado oficialmente
la paralización del proyecto por
motivos legales. De momento queda todo el Campus de la Justicia en el aire,
aunque parecen pocas las probabilidades de que se continúe su edificación, y
ninguna de que sea con el aspecto original.
Un proyecto fallido
y 105 millones de euros perdidos de
dinero público que no nos dejan más que un edificio vacío en medio de un gran
descampado, el cual confiamos que en un futuro próximo tenga alguna utilidad.
¿Qué opinas de estos
proyectos megalómanos? ¿Crees que es necesario arriesgar para poder crear nuevos
espacios icónicos en la ciudad, o en cambio hay que apostar por lo seguro y no
proyectar edificios tan ambiciosos?
Sinceramente es uno de los pocos proyectos, junto con Madrid-Río, de los llamados faraónicos de la legislatura del PP que más me parecieron útiles para la ciudad. Creo que a veces hay que arriesgar para ser pioneros en ideas y proyectos y que muchos de los proyectos más ambiciosos en la historia han sido los que han hecho mejores a sus ciudades y son ahora símbolos de ellas.
ResponderEliminarEl problema aquí es un problema de trasfondo, la situación económica no era propicia, el tema de sobrecostes inexplicados, corrupción por detrás que seguramente hubo, etc. En otro momento si que lo veo como algo que se debería poder llevar a cabo, no por ser una construcción ambiciosa sino ya por la funcionalidad que implicaba y que hacía más fácil a los ciudadanos tener un punto de referencia para temas legales.
El proyecto era arriesgado, es verdad, pero como dices también era tan útil como ambicioso. Dejando a un lado temas económicos y de pelotazos urbanísticos, la idea en sí es genial, y su diseño era extraordinario, con arquitectos más que reconocidos.
EliminarHabrá que esperar para saber qué se hace finalmente con el edificio ya construido y con el solar hoy desierto.
Siempre me ha dado verdadera alergia todo tipo de proyecto faraónico, con la pretensión de aparentar lo que no somos. Dicho esto entro en el tema ¿La idea en principio era mala? No, pero ¿por qué no tiraron de los arquitectos de nuestro país, para hacer una ciudad más modesta, sin tano diseño disparatado, y ajustado a lo que corresponde con nuestro país? Estoy convencida que de haberlo echo, con honestidad, honradez, y ajustándose a lo que era el fondo no la forma, hubiese quedado una ciudad de la justicia, sencilla, funcional, con todo lo necesario, y adaptada a la realidad económica de este país. ¿A quien habría que pedir responsabilidades? Pero en este país ¿quien asume responsabilidades por estos fiascos? Los únicos que pagan a través de sus impuestos, son a los que no se les pidió opinión y observa con bochorno, estos lamentables actos.
ResponderEliminarLa verdad es que estos proyectos faraónicos son muy arriesgados, quizás en ocasiones demasiado arriesgados, y más en estos tiempos que corren. Gracias por tu comentario. ¡Un saludo!
EliminarExcepcional tu blog David
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