miércoles, 8 de abril de 2015

Pirámide a las víctimas del Dos de Mayo

Hace tan sólo unas pocas semanas hablábamos en este mismo blog del “Sueño arquitectónico para una exaltación nacional”, un monumento con una pirámide incluida que se quería construir en el lugar en que se ubicó posteriormente el Estadio de Vallehermoso. Sin embargo, no se trataba del primer proyecto para una pirámide que se pensó para Madrid.

Carlos IV y Fernando VII, ambos pintados por Goya
En 1807 se firma el Tratado de Fontainebleau, en el cual España permite a las tropas francesas de Napoleón el paso por territorio nacional para conquistar Portugal, que era a su vez aliado de Inglaterra. Pero Napoleón lo que buscaba en realidad era una conquista de la península.

En marzo de 1808 se produce el Motín de Aranjuez, tras el cual el rey Carlos IV se ve obligado a abdicar en su hijo, el que será Fernando VII. El nuevo rey no ve reconocido su poder por Napoleón, personaje clave del momento, con lo cual acaba viajando a Bayona para reunirse con él y que le reconozca como nuevo rey de España. Carlos IV, por su parte, también necesita de Napoleón, teóricamente del bando amigo, para ver restituido su poder arrebatado.

“La lucha con los mamelucos”, Goya
El 2 de mayo de 1808, cuando ya por toda la península la presencia francesa era muy fuerte, unos soldados galos se llevan del Palacio Real de Madrid al infante Francisco de Paula, último de los miembros de la corte española que se encontraba en la capital. Al grito de “¡Que nos los llevan!” una muchedumbre asalta el Palacio, comprendiendo que Francia estaba conquistando a España.

Toda la ciudad se levanta en armas y lucha mano a mano con las tropas francesas. La Puerta del Sol se convierte en un escenario sangriento donde los soldados mamelucos, a las órdenes del poder francés, cargan contra los madrileños que tratan a duras penas de pelear contra ellos, como recoge el gran pintor Francisco de Goya en su obra “El 2 de mayo de 1808 en Madrid”, también conocido como “La lucha con los mamelucos”.

La Plaza de la Villa, el Pretil de los Consejos, la Cava de San Miguel... todo Madrid se subleva contra los franceses, mientras los militares españoles, siguiendo órdenes, se mantienen acuartelados y sin intervenir. Sólo los soldados del Parque de Artillería de Monteleón se unen al levantamiento. Los capitanes Luis Daoiz y Torres y Pedro Velarde Santillán se convierten en héroes al morir luchando contra las tropas enviadas por Murat.

Otros personajes como el militar Jacinto Ruiz, la bordadora Manuela Malasaña, e incluso Clara del Rey son otros madrileños que pasaron a la historia de la ciudad como héroes del Dos de Mayo.

“Los fusilamientos”, Goya
Cuando la insurrección se apaciguó, la represión fue cruel: 32 personas fueron fusiladas en el Salón del Prado, y otras 11 en la Puerta de Alcalá, plaza de Cibeles, Paseo de Recoletos, y junto a la Iglesia del Buen Suceso.

El 3 de mayo otras 24 personas fueron fusiladas en la montaña del Príncipe Pío (escena que también inmortalizó Francisco de Goya en “El 3 de mayo en Madrid” o “Los fusilamientos”), y 12 más en los jardines del Palacio del Buen Retiro.

Cientos de personas murieron durante esos dos días, en lo que se considera el comienzo de la Guerra de Independencia Española. Y es que ese mismo 2 de mayo, en vista de todo lo acaecido, los alcaldes de la Villa de Móstoles Andrés Torrejón y Simón Hernández firmaron un bando en que se animaba a los españoles a luchar contra el ejército invasor, bando que consiguió que España no permitiera la anexión pacífica soñada por Napoleón.

El 5 de mayo se producen las abdicaciones de Bayona, por las cuales tanto Carlos IV como Fernando VII, retenidos en Bayona, son obligados a renunciar a su derecho al trono español, y Napoleón nombra a su hermano José Bonaparte rey de España como José I, reinado que dura hasta 1813. En 1814 finaliza la Guerra de la Independencia con la victoria de los españoles y el retorno de Fernando VII.

Pasado el tiempo, en 1821, se decide construir un monumento en la ciudad dedicado a las víctimas del Dos de Mayo.

Alzado principal de la pirámide a las víctimas del 2 de Mayo
www.catalogomuseo.flg.es
Isidro González Velázquez (1765-1840), arquitecto que había estudiado en la Academia de San Fernando, es uno de los personajes más relevantes para la historia de Madrid. No en vano, participó en proyectos de tal envergadura como el Real Canal del Manzanares, del que hablamos en un post pasado, o la Casa del Labrador de Aranjuez. 
Cabe destacar que fue discípulo de Juan de Villanueva.

Es a González Velázquez a quien se encarga la tarea de diseñar un monumento que sirva de homenaje a los muertos en las sublevaciones, y el lugar escogido para su ubicación es el que se denominó como Campo de la Lealtad, junto al Salón del Prado, donde habían sido fusilados algunos de los madrileños amotinados. 

Perfil de la pirámide a las víctimas del 2 de Mayo
www.catalogomuseo.flg.es
El arquitecto propone un edificio conmemorativo en forma de pirámide con una portada de acceso. La misma, flanqueada por dos columnas, estaría coronada por un conjunto escultórico.
También habría capillas en cada lateral de estilo neoclásico
El monumento en su totalidad estaría adornado con estatuas varias, situándose entre ellas unas réplicas de los cañones que se usaron en el Cuartel de Monteleón.
En los diferentes extremos de la pirámide, cuatro obeliscos cerrarían tan flamante conjunto.

El motivo no podía ser más adecuado, ya que se trataba de evocar un monumento funerario. Y es que en su interior se colocarían las cenizas de algunos de los madrileños caídos el 2 de mayo. Por tanto, nada mejor que una pirámide que, a modo de sepulcro, acogiera los restos de estos héroes madrileños.

Monumento a los Caídos por España
Finalmente el arquitecto no presentó éste, sino otro proyecto en el que desaparece la pirámide, y el protagonismo se lo da a un obelisco, que se dividiría en tres cuerpos, presidiendo el inferior unas urnas sepulcrales, en las cuales se guardarían las cenizas anteriormente mencionadas, entre las que se encuentran las de Daoiz y Velarde.

El 2 de mayo de 1840 se inauguró finalmente este obelisco, que hoy en día se puede contemplar junto al Paseo del Prado, en la plaza de la Lealtad.

En 1985, el rey Juan Carlos I reinauguró el monumento tras una restauración, en la cual se pasa a denominar “Monumento a los Caídos por España”, convirtiéndose así en una tumba al soldado desconocido. Además, se incorporó una llama de gas que no se apaga nunca, recordando que estas almas siempre están presentes en el espíritu de la ciudad.

¿Conocías el proyecto de la pirámide? ¿Te resulta más atractivo que el obelisco construido finalmente?

*Fuente: "Catálogo de dibujos y proyectos de Isidro Velázquez". Isidro Velázquez 1765 - 1840. Arquitecto del Madrid Fernandino. Madrid: Ayuntamiento de Madrid, 2009.

1 comentario:

  1. Te he encontrado de casualidad y tienes un blog muy bueno. He sacado muchas cosas que no sabía para mi carrera de historia del arte que estoy haciendo. Sigue así ;)

    ResponderEliminar